Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2010

Colaboración en Bostezo digital.

Me han publicado una colaboración en el "Suplemento internáutico de la revista impresa Bostezo" . Os recomiendo que paséis de mi reseña y naveguéis por los procelosos mares de una web tan chula, o incluso mejor, que os compréis la revista en alguno de los muchos puntos de venta .

"El eclipse", de Augusto Monterroso.

Veo en los papeles que andan por encima de la mesa de Amparo, relatos y microrelatos. Y el que me más me impresiona es uno del maestro del género, el guatemalteco Monterroso. Y recordándolo, recuerdo los meses extraños y mágicos que viví en aquellas tierras: "Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora. Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temor

Tres novelas históricas aragonesas.

Las tres novelas que voy a reseñar tienen una característica poco usual: tratan la historia de Aragón. Como es bien sabido, el imaginario histórico español ha tenido un punto de vista casi exclusivamente castellano. Las historias periféricas de los "otros españoles" nunca tuvieron demasiado espacio ni en los curriculos educativos oficiales ni en la recreación histórica. Sobraban. Cada uno de los grandes estados-nación europeos ha ido decidiendo qué visión de sí mismo quería construir y se ha dedicado a ello a conciencia. ¿Qué le vamos a hacer? Otros nacionalismos también han ido impulsando su propia creación histórica o pseudohistórica. Es irónico (pero triste) que en Cataluña se esté construyendo una recreación histórica de la antigua Corona de Aragón de la que se excluye a los aragoneses (y a los valencianos). Supongo que no quedan bonitos en la foto. El último ejemplo fue el superventas "La catedral del mar". Mi admirado Ernest Lluch identificó claramente el pr

Lo pequeño es hermoso: el circo Fele.

Tradicionalmente, los circos han buscado la ciudad de Valencia durante lo crudo del invierno, huyendo del frío del interior. Así que uno de los muchos privilegios de vivir en esta ciudad al lado del Mediterráneo es que siempre hay una oferta abundante de espectáculos circenses en navidad y año nuevo. Es difícil entender lo que significaba el circo para los espectadores de otras épocas. Para nosotros, educados en el espectáculo televisivo, todopoderoso y avasallador, toda heroicidad en el alambre es poca, todo malabarismo es pobre, todos los payasos son pueriles. Supongo que sólo los más pequeños son capaces de captar por un instante la magia heróica y sublime del directo, la imperfección maravillosa del que fuera el mayor espectáculo del mundo, porque no comparan, porque no clasifican, porque viven plenamente ese instante. El Fele , nuestro circo preferido, es uno de los que ofrecen sesiones durante estos días. El domingo asistimos a la última de la temporada. El Fele es un circo peque

De ciegos y catástrofes.

Un compañero me recomendó "Ensayo sobre la ceguera", de Saramago (1995). Me contó que había llegado a ella después de leer su secuela "Ensayo sobre la lucidez". Coincido con mi compañero: la primera novela es tan potente, tan abrumadora, que supera con creces a su segunda parte. "Ensayo sobre la ceguera" cuenta lo que ocurre cuando una extraña epidemia comienza a dejar ciegos a casi todos los habitantes de un país. Recuerdo cómo me impresionó percibir por un instante mi propia incapacidad y mi propia ceguera en la ceguera de los protagonistas de la novela. La historia va más allá y plantea un experimento terrible: ¿cómo sobreviviríamos cuando nuestro mundo normal, el mundo normal de casi todos se viniera abajo? La brutalidad, el caos y el dolor se apoderan de una sociedad indefensa, destruida. Saramago no da puntada sin hilo, y la historia es, sobretodo, una gran parábola: ¿qué hacer cuando nadie ve, cuando nadie se da cuenta de la verdadera realidad? ¿Qué