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Mostrando entradas de marzo, 2015

La plaza del diamante.

A Merche se le ocurrió que fuéramos al teatro en la tarde del último domingo gris del año. Cuando supe que la protagonista de esta nueva versión teatral de la célebre novela de Rododera era Lolita, desconfié un poco. Supongo que muchos prejuicios rondaban por ahí. El traslado, siempre arduo entre lenguas hermanas, del catalán al castellano. La posibilidad de un monólogo aburrido e interminable. Y sobre todo, si no sería demasiado desafío para la hija de Lola Flores. Pues bien, Merche acertó y todos esos perjuicios se fueron a la mierda, en cuanto Lolita, sola en el escenario empezó a contarnos su vida. La vida de Natàlia, la “colometa” y de la senyora Natàlia. La historia de toda una generación de mujeres anónimas, cuya vida fue atravesada por un oscuro tren cargado de muertes y desolación. La historia de tantos silencios obligados y de tanto desamor y de tanta soledad que solo podía expresarse mediante el largo grito mudo pero ensordecedor con el que la protagonista nos hizo

Brasserie Romantic

Por descarte, o porque las otras ya habían empezado, o porque así lo quiso el azar, entramos a ver esta peli flamenca. Y nos gustó, como suele gustar una comida correcta en un restorán que no se pase mucho con el precio. Se trata de una comedia romanticona y con bastantes lágrimas emboscadas, que transcurre en la lluviosa   noche de San Valentín en un restaurante de esa parte de Bélgica. La historia se mueve en dos escenarios: la cocina del restaurante y las mesas del mismo, en cada una de las cuales se da una escena sobre el amor o el desamor, bien regadita con el vino, la mejor prueba de que Dios existe. Y como cruzamos muchas veces las puertas de la cocina, sacando y metiendo platos, la cosa entretiene. Hay ironía y un poquito de mensaje. Todo ello sin pasarse. Supongo que eso debe ser muy belga.  Pensé en los amigos y amigas que trabajan en hostelería y en los restaurantes que he tenido la suerte o desgracia de visitar. En el mundo del futuro ya no habrá restaurantes