Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2018

Cartas de amor.

Venía Julia Gutiérrez Caba al Olympia y necesariamente teníamos que ir a verla. Más que una obra de teatro fue una lectura dramatizada de las cartas que durante toda su vida se escribió una pareja. El gran Miguel Rellán hacía de partenaire. Y nos gustó mucho. A nosotros y al resto del público, que llenaba el aforo. Les gustó hasta a los que comían palomitas (o almendras) en la fila de detrás. Era una adaptación de “Love letters”, una de las obra más célebres (y traducidas) de A. R. Gurney.       Los dos personajes (blancos, anglosajones, de clase alta) viven sus vidas en paralelo. Desde niños han mantenido el vínculo. Se acercan y se alejan. Hay períodos en los que se escriben cartas apasionadas e íntimas, en otros, pueden pasar años en los que sólo hay rutinarias felicitaciones de navidad. Los amigos (y los novios) de la infancia no han podido ser elegidos. Pero eso no los hace peores ni mejores.  Los dos intérpretes mantienen la tensión dramática durante toda la obra (to

"El sentido de un final" y "Órdenes sagradas"

Los recuerdos, siempre los recuerdos. La memoria se apodera de nosotros. Nos hace como somos, felices o infelices. Reelaboramos esos recuerdos y los reconstruimos hasta llegar a la falsedad, el bendito autoengaño. El pasado como un lastre, como una oportunidad. Nos sentimos culpables de lo que hicimos o de lo que no hicimos y de lo que hicieron o no hicieron los que nos acompañaban en cada momento de nuestras vidas. Supongo que la iluminación de la que hablan los maestros orientales es una especie de purificación-limpieza de la memoria, es decir, del alma. En 2017, vimos “El sentido de un final”, una peli británica basada en una novela breve de Julian Barnes: “The Sense of an Ending” (2011). La peli trata el tema del anciano descubriendo o redescubriendo hechos del pasado que creía que habían ocurrido de otra manera. Me resultó interesante y entretenida, aunque algunas partes de la historia eran previsibles. Me gustó mucho la interpretación de la pareja de protagonistas: Jim B

Por los pelos (Shear madness)

Empezamos bien el año. Fuimos al teatro Talía, en el casco viejo de Valencia. Merche propuso esta obra porque sabía que me iba a gustar: un crimen-enigma-problema que hay que resolver, el público participando y buenos chistes. Me parecía todo demasiado interesante y demasiado divertido para ser cosa local y, la mañana siguiente, indagué-googleé. Se trata de una adaptación de la célebre “Shear Madness”, adaptación norteamericana de “Scherenschnitt”, del alemán Paul Pörtner. El valenciano Santiago Sánchez ha adaptado la intriga a la ciudad del Turia. En el salón peluquería unisex donde transcurre la trama, se juntan: Marta Chiner (peluquera choni), Carles Montoliu, Rafa Alarcón, Alfred Picó, y, sobre todo, unos divertidísimos Carles Castillo (el peluquero mariquita) y Lola Moltó (la burguesa). Estos últimos lo hacían tan bien que reconocimos en sus personajes rasgos fáciles de encontrar en el Cap i Casal. Disfrutamos con su capacidad de improvisación (el público participa en

Perfectos desconocidos

Por fin, Alex de la Iglesia ha vuelto a hacer una peli cuyo final no aburre. ¡Aleluya! Para ello, ha puesto oficio, un elenco apañado y, sobre todo, ha comprado una buena historia. “Perfectos desconocidos” es un remake de la comedia italiana “Perfetti sconosciuti”. Se conoce que dineros no le faltan. Una cena de un improbable grupo de amigos (edades, clases diferentes). Y los omnipresentes móviles, esa parte de nuestro cerebro y/o nuestro corazón al alcance de cualquiera que lea sus mensajes traicioneros.  La intimidad en almoneda. A quién no le ha pasado verse comprometido por un mensaje. “Cuernos, cuernos, cuernos” cantaba Sabina, cuando era gracioso. Siempre que veo esta clase de pelis, casi se diría que teatro filmado, pienso en que mejor hubiera sido ir al teatro a verla. Propósito para el año nuevo: ir más al teatro.

Pelis de Paco Léon

Ya hemos reseñado aquí  alguna cosa del Paco León. El tipo podrá caer bien o mal (a mí me resulta un pelín empalagoso); pero no se puede negar que es trabajador. Los andaluces suelen ser gente muy trabajadora. En los últimos meses del 2017, hemos visto dos pelis suyas (en la tele y en el cine). En la tele pusieron la aplaudida “Carmina o Revienta”, su opera prima como director. Sorprendentemente, Merche no se durmió. Y a mí me entretuvo bastante. Cuando tienes una madre como la Carmina Barrios, tienes que hacer algo. O alcoholizarte, o contar chistes, o ser un artihta mu atareao , que es lo que eligió el Paco Léon. Fuimos al cine y elegimos “Toc toc”. Es una comedia que hubiera preferido ver en la versión teatral original; pero que no se me hizo aburrida. Los actores (entre ellos, el propio director) funcionan relativamente bien y los diálogos tienen su gracia.