Ir al contenido principal

Nieve negra.

En un par de ocasiones, he citado este libro en mi sección de "Negras o blancas", el programa de Alzira Radio. El título completo es: "Dioses, héroes y bastardos del ajedrez". Se trata de una colección de perfiles, apuntes y anécdotas alrededor de la inacabable historia del juego y de sus protagonistas. Un jugador me comentaba hace mucho tiempo que "el ajedrez es competición, es ciencia, es arte; pero sobre todo es cultura".Cultura en sí mismo, y parte importante de la cultura occidental. Los judíos Najdorf y Rubinstein, el ruso exiliado en Francia Alekhine, el estonio Keres y el pobrecito español Pomar vivieron las contradicciones de su época, fueron grandes y pequeños al mismo tiempo. Y se consumieron en el altar de la guerra infinita.

 Jorge Benítez es un periodista y guionista. Tiene una prosa fácil, que recuerda a veces a Galeano. Y aunque las metáforas y las ideas que el ajedrez le sugiere son conocidas y predecibles, su lectura pausada se agradece. "Philidor, el ajedrecista-músico supo ver antes que nadie la fuerza oculta del peón, la pieza de menor valor; pero que describió como el alma del juego. Así secundó en el tablero los valores enciclopedistas que iban a ser el combustible de la Revolución francesa. Sus enseñanzas dejaron claro que el uso equivocado de los peones lleva siempre al desastre. Ellos son los primeros en luchar mientras que en la retaguardia se esconden quienes mandan (los reyes). Pero no olvidemos que si un peón llega al otro extremo del tablero se produce la coronación: la ceremonia transformista que lo convierte en una pieza más poderosa. Véase Napoleón."

Comentarios

Entradas populares de este blog

Asesinato en el campo de golf.

La realidad siempre supera a la ficción. Ni el mejor Azcona podría haber imaginado la boda cortesana del otro día ni el más inspirado Berlanga, rodarla. Fue una inundación de imágenes ridículas, un tsunami de mal gusto, una representación prodigiosa y completa de todo lo vano y risible de nuestra sociedad. Dicen que el humor siempre ha de apuntar hacia adentro y hacia arriba y apuntar bien la pistola es difícil; pero las imágenes que, como huesos, tuvo a bien echarnos la tele de Ayuso eran una diana gigantesca, grande como un océano de paradojas. Dispararas donde dispararas, acertabas. NO piensen que les deseo unos tiros o unas bombas a los convidados. Sobre eso, volveré más adelante. Al revés, hay que agradecerles a todos que acudieran disfrazados a la iglesia de San Francisco de Borja para alegrarnos la vida y recordarnos, con humor y gracia congénita, cuán estúpido es nuestro reino y cuán absurda es la existencia humana. Dios, gracias por el fuego y por el humor. Semejante orgía de

Capitães de abril

Creo que la primera vez que vi a la guapísima María de Medeiros Esteves Victorino d'Almeida fue en su papel de la mafiosa  Fatima do Espiritu Santo , en la gran "Airbag"(1997). Ni siquiera la negociación absurda que mantiene con su genial contraparte, el gallego Pazos (Manquiña) acerca del "conceto", empañaba su belleza casi sobrenatural, casi casi concebida por la IA.  Tres años después, dirigió su opera prima, "Capitães de abril". Este fin de semana perezoso y lento era el momento adecuado para volverla a ver. La película es un drama histórico que cuenta el golpe de estado con el que la mayoría del ejército portugués tumbó a la vieja dictadura. Se han cumplido 50 años de la gesta. En el viaje que hicimos allí a principios de este abril, pasamos una mañana en la hermosa ciudad de Castelo de Vide, de donde procedía el capitán Salgueiro Maia, un hombre honesto y valiente, principal protagonista de la película.  En 1974, el pueblo portugués estaba cansad

Un hipster en la España vacía.

Reseñaré tres comedias que hemos visto últimamente. Y me permitiré divagar sobre la naturaleza del género, como supuestamente hizo Aristóteles en el libro perdido que busca Guillermo de Baskerville en "El nombre de la rosa". Vamos con la primera película. Yo habría olvidado casi inmediatamente el arranque de esa peli. Merche hacía zapping en Netflix y me pareció oír que la historia transcurría en un inexistente pueblo llamado "La Cañada del Infante" o algo así, ubicado en la inefable provincia de Teruel. Y siempre que oigo esa hermosa palabra: "Aragón", atiendo. Así que levanté la vista del móvil y le dije que quizá deberíamos intentar ver esta comedia española de casi 100 minutos de metraje, dirigida por el exitoso Martínez-Lázaro ("La voz de su amo", "13 rosas", "Ocho apellidos..."). El argumento, más o menos, es el siguiente: hay un chico idealista y finico (Lalo Tenorio) que se supone que se dedica a las políticas sobre la