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Periódicos en papel.

En mi infancia, hubo muchas cosas buenas: espinacas, coles y calabacines, ropa limpia y seca, longaniza hecha en casa, manzanas reinetas y naranjas de La Ribera, la tele a poco volumen y siempre, siempre, un periódico. En papel, obviamente. Al parecer, con cuatro años, yo ya leía la prensa. Miope niño precoz. Luego, aprendí a leer muchas veces. En Valencia y sus pueblos aledaños, había dos periódicos: "Las Provincias" y el "Levante". En "Las Provincias" escribía gente a la que no le gustábamos ni los niños inmigrantes ni los niños que hablaban en valenciano. En el "Levante", el periódico que siempre había en los bares, escribía gente a la que no le gustaba "Las Provincias".  Mi padre se hizo más cosmopolita y empezó a comprar "El Mundo" porque le gustaba a mi abuelo. Por aquel entonces, "El Mundo" hacía todo lo que sea necesario para echar del poder a Pedro González, un señor que estuvo muchos años de presidente. Apr
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Hernán.

Hace dos noches, soñé que estaba a bordo de una pequeña barca en un agua poco profunda. Había juncos y barros. Supongo que del fondo de la memoria brotaban imágenes de la Albufera de Valencia (la Valencia de Europa). Yo manejaba la barca y tenía que llevar gente a algunos sitios. O recoger algo así como semillas o pequeñas piedras, quizá obsidiana, en algunos puntos exactos. Había una sensación de miedo, como de amenaza, de tal modo que algunos de los lugares a los que tenía que ir con la barca eran peligrosos y eso exigía especial cautela y precaución. En mi mente había un mapa de zonas oscuras, que debían ser evitadas. Pero yo me sentía seguro, fuerte, determinado a ir dónde hiciera falta, sin miedo al miedo. Había visto en dos largas sentadas la serie mexicana de Prime Video (2019) sobre la conquista castellana de Tenochtitlán y supongo que mi subconsciente o como quiera que se llame ese rincón del cerebro, estaba todavía en el lago de Texcoco, merodeando, evitando a los mexicas y d

El robo del siglo

  Aviso: La siguiente entrada contiene bastantes autocitas. No tantas como las de los artículos de algunos magníficos rectores. Aunque México es el país más importante de entre todos los de lengua castellana (incluyendo a España), Argentina guarda para sí cierta primacía  "poética",  por así decirlo. Durante la mayor parte del siglo XX, Argentina fue el centro de la cultura española e hispanoamericana, el lugar de las ideas y del discurso. La palabra y el trigo, si nos ponemos nerudianos. De Argentina venían los libros y los barcos que saciaban muchas clases de hambre. El paraíso del idioma, las vacas en los pastos infinitos. Borges, Cortázar, Sábato, Quino, Bioy Casares y me pueden cambiar el orden del canon y poner delante a las vacas, si así lo desean. En otras entradas de este blog ya hemos citado cierto tipo de símbolo: la Olimpiada de ajedrez de 1939, que sirvió a muchos jugadores europeos para escapar de la pesadilla fascista. Argentina era la redención de los judíos c

"Negras o blancas" (16)

Apunto aquí mis aportaciones al programa de Alzira Ràdio "Negras o blancas" en la segunda mitad de su séptima temporada. Lo hago como recordatorio desesperado. Después de más de 100 obras reseñadas, no confío en mi menguante memoria para evitar repeticiones o errores. El 15/01/2024 reseñé el interesantísimo libro "El arte del estudio en ajedrez" el argentino Zoilo Caputto que falleció el año pasado con 90 años. El 22/01/2024 hablé en más detalle de un libro que ya había citado alguna vez: la colección de partidas "Alekhine" de A. Kotov. El 5/02/2024 hablé brevemente del canal de Youtube "Chessbase India" que me parecía un remedo del VAR en ajedrez.  El 19/02/2024 cité "Juego dinámico de peones" del croata Drazen Marovic y hablamos un poco del ajedrez en la antigua Yugoslavia. El 4/03/2024 volví a "Novela de ajedrez" de Stefan Zweig, que ya había reseñado hace unas temporadas. Y es que han estrenado la peli "The royal ga

La mano izquierda de Franco.

Pienso que la mayor anomalía de la historia española contemporánea NO fue la guerra civil. Al fin y al cabo, en muchos países menores de aquella desgraciada Europa hubo también guerras civiles. En Yugoslavia, desde la invasión alemana de 1941 hasta el triunfo total de Tito se produjo un todos contra todos más aterrador y brutal que el lío español. En Italia, desde septiembre de 1943 hasta la rendición alemana hubo una verdadera guerra civil entre los fascistas y los partisanos. En Grecia, con el apoyo de Gran Bretaña y los EEUU a un lado y de Tito, al otro, se produjo otra guerra civil que duró tanto como la española (de 1946 a 1949). Lo verdaderamente anómalo de nuestra tragedia es que el resultado de la guerra fue que el poder, todo el poder, acabó en manos de un general de las colonias.  En otras circunstancias, en España se hubiera producido una restauración borbónica con apoyo inglés, o bien, después de un involucramiento más activo con Hitler, una ruptura democrática en 1946 o