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Die Welle (2008)


Se basa en la novela homónima, que a su vez, se había inspirado en hechos realmente ocurridos en un instituto californiano. Un profesor demostró a sus alumnos que todos tendemos a ciertos comportamientos gregarios, a unirnos a un grupo y a dejar nuestra voluntad en manos de líderes. Es decir, que la semilla de los regímenes totalitarios está en la psicología humana, en la necesidad de aceptación y de protección. El profesor perdió el control sobre el experimento, que, en cierto sentido, cobró vida propia. El monstruo del fascismo y de la exclusión está dentro de cada uno de nosotros. Todos (o casi todos) deseamos marcar el paso y vestir uniformes alguna vez.
Dennis Gansel traslada la historia a la Alemania contemporánea, con lo que aparece inmediatamente la terrible pregunta "Lo que ocurrió, ¿podría volver a ocurrir?". Y la respuesta que da la peli es necesariamente, pesimista. Pensé en que las dictaduras de hoy y las del futuro no son (no serán) como las del pasado, serán más sutiles. Más terribles, por tanto.
La historia está muy bien contada y se apoya en unos excelentes actores (tanto los adolescentes alemanes, como el profesor). Un gran Jürgen Vogel interpreta a un profe carismático, con un pasado político anarquista. Incluso él tarda en ver lo que está promoviendo. El problema es que la peli no se resuelve bien. El tema es demasiado complejo y no caben los múltiples análisis que cabría hacer.
La peli me hizo pensar en mi trabajo como docente. Enseñar es también manipular. El profesor Vogel, con la honesta intención de que sus alumnos comprendan las raíces del mal, manipula a sus alumnos hasta un punto de no retorno. Pensé con preocupación en todas las ideas equivocadas que yo habré hecho nacer o crecer.
También pensé que, una vez más, es la cultura alemana la que hace análisis sobre lo que ocurrió en el pasado. Por contra, aquí en nuestra pequeña aldea, en mi barrio, sigue habiendo calles dedicadas a escritores filonazis y mi ciudad sigue teniendo a un general de voz atiplada como alcalde honorario. Dicen que no hay que remover la tierra. Si la tierra no se remueve de vez en cuando, vuelven a crecer las malas hierbas.

Comentarios

Jose L. ha dicho que…
Creo que también está dentro de cada uno de nosotros o bien intentar manipular o bien intentar imponer...
Me encanta tu blog!!

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