Ir al contenido principal

Atlas de un maestro de ajedrez

Pocos ajedrecistas han tenido una vida más novelesca y novelable que Savielly Tartakower (1887-1956). Nació en la Rusia de los zares y se educó en Ginebra y en la Viena de los Habsburgo. Combatió en las dos guerras, en la primera para Austria, en la segunda, para De Gaulle. Tuvo varias nacionalidades, habló muchas lenguas y fue uno de los pocos supervivientes de esa Europa judía, culta, cosmopolita e irrepetible que destruyeron los nazis y sus cómplices, para siempre. Ahora vuelven con otras mañas; pero con el mismo odio al diferente y a la inteligencia y el mismo afán destructor.

Como ajedrecista, Tartakower nunca llegó al nivel de Capablanca o Alekhine; pero se mantuvo durante 30 años entre los mejores del mundo. Fue uno de los protagonistas de la llamada revolución hipermoderna, que abrió nuevos universos a la teoría de aperturas, al cambiar la naturaleza de la lucha por el centro del tablero. Fue el autor de numerosos aforismos relativos a la práctica del juego, muchos de los cuales han pasado a formar parte de la cultura popular de los ajedrecistas. Algunos de ellos, denotan una personalidad ingeniosa y creativa.

Luis Herraiz, médico de profesión y hermano del Gran Maestro Herminio Herraiz ha llevado a este novelón la vida de Tartakower. Digo novelón porque son más de 700 páginas. Supongo que, originalmente, estaban pensadas para ser una trilogía según la santa trinidad de los ajedrecistas: Apertura-Medio juego-Final. Todos nos preguntamos en qué momento de la partida que es la vida nos encontramos. La novela de Herraiz acabó siendo un solo volumen organizado según multitud de escenas y situaciones en diversas fechas y lugares de la vida del protagonista. (Rostov del Don, 1896, Viena,1906, Jurata en Polonia, 1937, París,1956) y sobre todo, Buenos Aires, 1939. Aquel campeonato de naciones (Olimpiada) que se celebró en la capital argentina, y que citamos hace poco aquí  funciona como como eje principal de la novela. 

Los participantes europeos habían viajado en barco a Buenos Aires. Jugaron cuando ya sonaban las trompetas de la guerra. Y en la tranquila y lejana Argentina, les sorprendió el ataque alemán a Polonia. Casi 40 jugadores europeos, muchos de ellos de origen judío, decidieron quedarse. La vieja Europa que decíamos en el primer párrafo, desapareciendo, disolviéndose como el humo de las chimeneas de los campos de exterminio, como la niebla en el Atlántico.

El autor ha llevado a cabo un profundo trabajo de investigación y cuenta cosas que la mayor parte de los aficionados a la historia del ajedrez desconocerán. Se toma algunas licencias literarias para hacer más interesante la biografía del maestro que están bien traídas. No se sorprendan cuando se encuentren a Lenin o a un estrafalario pintor de acuarelas jugando al ajedrez en la casa de unos ricos judíos vieneses. Particularmente, la novela resultará interesante a cualquier ajedrecista porque lo relativo al juego está bien tratado. Los jugadores reconocerán las emociones del jovencito Tartakower cuando empieza a codearse con los grandes ajedrecistas austríacos de principios del XX, singularmente Maroczy, o en sus viajes a los grandes torneos celebrados en el Imperio alemán o en Londres, o sus recuerdos y anotaciones de la competición por equipos de 1939 donde Tartakower ejercía de capitán y de primer tablero de Polonia. Bobby Fischer clasificaba a las personas entre ajedrecistas y no ajedrecistas. A los de la segunda mitad, quizá se le atraganten estas partes. 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

El secreto de Santa Vittoria.

Golpe de estado en los USA, yo no encuentro el boli, Hitler sigue matando niños en el gueto de Gaza, estas peras de San Juan no tienen ningún sabor, a Macron le pega su mujer, las materias primas se van acabando y la única receta es aumentar el presupuesto militar para la gran rapiña final. Solo nos queda la ilusión de que cuando Bildu, ERC o Pueyo, el de Fonz, fuercen al camarada Pedro a convocar elecciones, el año que viene, la candidata a la presidencia del gobierno sea la madrileña, a ver si se dan el gran batacazo, nos reímos mucho y ellos aprenden de una vez qué es España (y Portugal). Cuando uno envejece en tiempos tan oscuros, se aferra como un aterido náufrago a sus viejos cánones, a sus libros y pelis preferidas. Nos encerramos en nosotros mismos, en nuestras listas y en nuestros hábitos. " En tiempos de tribulación, no hacer mudanza " recomendaba el santo soldado de Loiola. Y muy arriba entre las películas de mi canon está "El secreto de Santa Vittoria" (...

Presentes

Solamente existen dos cosas: la vida y la muerte. La muerte es el segundo principio de la termodinámica, dominante, omnipresente, invencible. La vida es la lucha absurda, desesperada, contra ese principio. Es la excepción, lo heroico, la guerra que se libra sabiendo que se va a perder. La vida son los pimientos de Padrón, mi sobrino saltando las dulces olas del mar Mediterráneo, Francella haciendo de Sandoval en un juzgado oscuro de Buenos Aires, mamándose como un boludo mientras tiene ideas deslumbrantes. A veces, hay más vida y a veces, hay más muerte. Últimamente, nosotros hemos tenido algo más de lo segundo. Murió un primo de Merche de Albacete. Tenía ilusión por viajar y por hacer fotos a la vida, mientras que el cáncer lo iba derrotando, después de una guerra de cinco años de tratamientos, pruebas, dolores, experimentos, viajes a Madrid, más contra experimentos y más dolores. Pero ese hombretón y su retranca seguirán viviendo. En los mejores diálogos de Muchachada Nui está su c...

Anuja

Cuando llegan los Óscars, nos ponen las obras nominadas. Business es business . Así que la otra noche vimos en Netflix este corto estadounidense, rodado en hindi. El hindi-urdu es la lengua indoeuropea mayoritaria en la India y en Pakistán, esos dos gigantes que viven en el callejón de al lado, casi sin hacer ruido. Esperando. Anuja es una niña morenica y espabilada que trabaja en una fábrica de ropa. Aunque no se ven marcas, por una conversación telefónica del encargao , se conoce que trabajan ¿cómo no? para la exportación. Anuja, tiene buena cabeza para las matemáticas; pero no ha podido asistir a los actos que se hicieron el otro día por el "Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia" ni a las jornadas abiertas de alguna bonita universidad tecnológica. Su maestro le ha sugerido que se presente al examen de admisión de una institución hindú; pero el encargao, que tiene cara de malo y de baboso, no quiere que deje el taller textil.  Como ven ustedes, todo muy arq...