Ir al contenido principal

"Chinatown" (1974)


Con eso de que Polanski está de moda por sus problemillas legales, me decidí a ver algo suyo. "Chinatown" es considerada una de sus mejores películas. Es un homenaje al cine negro, con cínico y duro detective privado (Nicholson), femme fatalle (Dunaway) y rico malvado (Huston), un asesinato y corrupción, mucha corrupción. Lo cierto es que pasé un buen rato y es que en la peli, hay mucho oficio y mucho talento metido. Les dieron un Óscar por el guión.
Quizá lo que me pareció más interesante es que la trama de la película gira alrededor de la corrupción en la gestión del agua y de las obras hidráulicas en Los Angeles. En ese tema, California y la España mediterránea son dos territorios muy parecidos y las políticas públicas al respecto se han enfrentado a los mismos problemas. La peli plantea cómo una élite de técnicos gestiona el tema hídrico (en España, los ingenieros de caminos, canales, etc.). Se emprenden gigantescos proyectos, con un gran coste para el presupuesto público y para el medioambiente, sin que quede claro quiénes son los beneficiarios últimos de tales esfuerzos. Los regantes y sus dramáticas reivindicaciones son usados como excusa para el enriquecimiento de unos pocos. Por desgracia, a la Nueva Cultura del Agua aun le queda tiempo para implantarse.

Comentarios

Ángel Miguel ha dicho que…
La película está bien, cine negro del bueno. Tiene una de las frases que más me gustan de la historia del cine. Cuando a Jack Nicholson le pregunta si le duele, la herida de la nariz, y el responde: -"solo cuando respiro"

Entradas populares de este blog

Asesinato en el campo de golf.

La realidad siempre supera a la ficción. Ni el mejor Azcona podría haber imaginado la boda cortesana del otro día ni el más inspirado Berlanga, rodarla. Fue una inundación de imágenes ridículas, un tsunami de mal gusto, una representación prodigiosa y completa de todo lo vano y risible de nuestra sociedad. Dicen que el humor siempre ha de apuntar hacia adentro y hacia arriba y apuntar bien la pistola es difícil; pero las imágenes que, como huesos, tuvo a bien echarnos la tele de Ayuso eran una diana gigantesca, grande como un océano de paradojas. Dispararas donde dispararas, acertabas. NO piensen que les deseo unos tiros o unas bombas a los convidados. Sobre eso, volveré más adelante. Al revés, hay que agradecerles a todos que acudieran disfrazados a la iglesia de San Francisco de Borja para alegrarnos la vida y recordarnos, con humor y gracia congénita, cuán estúpido es nuestro reino y cuán absurda es la existencia humana. Dios, gracias por el fuego y por el humor. Semejante orgía de

Las bombas del 11M. Relato de los hechos en primera persona (3).

Si no hubiera habido elecciones el 14 de marzo, los hechos que he descrito en la entrada anterior no se habrían puesto en duda. Los posibles fallos policiales y de inteligencia previos a los atentados (especialmente, los relacionados con la llamada "trama asturiana" y el control de la dinamita) habrían sido más o menos ocultados a la opinión pública y salvo en las casas de las víctimas, la vida seguiría más o menos igual. Pero hubo elecciones y el PP y muchos de sus votantes sintieron que se las habían "robado" y que Zapatero era un presidente "ilegítimo". Así que es lógico que, durante un tiempo, en el partido perdedor, negaran la realidad. Necesariamente tenía que ser ETA, porque nosotros nunca mentimos y los que fallaron fueron los votantes, que se dejaron engañar. Ya se sabe que los españoles son flojos e influenciables. En la comisión de investigación parlamentaria del 2004, muchas de las preguntas del PP intentaron, sin éxito, vincular a ETA con los

Las bombas del 11M. Relato de los hechos en primera persona (2).

En la mañana del 11 de marzo de 2004, un grupo de 10 terroristas yihadistas de origen magrebí colocaron trece mochilas bomba en trenes de cercanías en Madrid. Algunos de los terroristas habían sido previamente vigilados por la policía, e incluso alguno ya había sido condenado. No se probó judicialmente quiénes fueron los que dieron la orden y uno de los que puso las bombas no ha sido identificado. Los atentados de Casablanca del año anterior, en los que murieron 33 víctimas y 12 suicidas y las repetidas amenazas contra España en los medios yihadistas eran indicios claros de que se preparaba algo brutal; pero quizá los servicios de inteligencia no funcionaron bien. El explosivo era dinamita Goma-2 ECO. Tanto la dinamita como los detonadores fueron comprados al delincuente asturiano Suárez Trashorras, con el que el terrorista Jamal Ahmidan entró en contacto a través de otro delincuente, Rafa Zouhier. Los tres ya eran conocidos y confidentes de la policía antes de los atentados. E incluso