Ir al contenido principal

Resident Evil (4) en 3D.


Mi amigo Javi me dijo que tenía intención de bajar un día a Teruel a ver esta peli. Así que, cuando volví a Valencia, picado por la curiosidad, me metí en el cine en una de las últimas tardes ociosas de septiembre.
Dicen que el 3D será el formato al que se verán abocadas todas las salas comerciales para prolongar su agonía unos años más. Y yo quería enterarme por mí mismo de lo que era.
Pues bien, la cosa no es para tanto. Cuando el ojo se acostumbra, las cuchillos que te lanzan los personajes y las visceras que aparentemente te salpican se hacen rutinarias.
De la peli en sí (y supongo que de la saga en general), poco que decir. Que no es una peli, que es una sucesión de pantallas de videojuegos en los que unas tías buenas con las camisetas mojadas destripan zombies pegándoles tiros a bocajarro con escopetas recortadas en un mundo apocalíptico. O sea, como en las pelis de quinquis pero al revés.

Entre salpicadura y salpicadura, iba pensando que los temas del fin del mundo y del mundo nuevo son constantes en nuestra cultura. Precisamente, el otro día hablaba con mi compañero Jordi de "Mecanoscrit del segon origen" del catalán Pedrolo, la típica novela de lectura obligatoria en secundaria.
Por otro lado, también me llamó la atención la idea de los "supervivientes", es decir de ese último grupo de humanos en medio del caos. Se trata de una idea muy bíblica, que en la visión anglosajona del mundo adopta un matiz muy predecible: sólo los puros serán premiados. El Myflower, supongo, rodeado de zombies.

Comentarios

Ángel Miguel ha dicho que…
Por supuesto no he visto esta lamentable película, el comentario es para comunicaros que José Antonio Labordeta acaba de morir. Aprovechar para leer todas las entradas que hablan de él y recordarlo. Poeta (flojico, mejor su hermano como decía Umbral aunque nadie lo conozca), cantautor ("esta tierra es Aragón" es el himno oficioso de Aragón), viajero (memorable "un país en la mochila), político (indudablemente de izquierdas pero un poco veleta, desde el socialismo de Tierno Galván a la Cha pasando por el PC) e intelectual en general.
Nos hacemos viejos.

Entradas populares de este blog

Asesinato en el campo de golf.

La realidad siempre supera a la ficción. Ni el mejor Azcona podría haber imaginado la boda cortesana del otro día ni el más inspirado Berlanga, rodarla. Fue una inundación de imágenes ridículas, un tsunami de mal gusto, una representación prodigiosa y completa de todo lo vano y risible de nuestra sociedad. Dicen que el humor siempre ha de apuntar hacia adentro y hacia arriba y apuntar bien la pistola es difícil; pero las imágenes que, como huesos, tuvo a bien echarnos la tele de Ayuso eran una diana gigantesca, grande como un océano de paradojas. Dispararas donde dispararas, acertabas. NO piensen que les deseo unos tiros o unas bombas a los convidados. Sobre eso, volveré más adelante. Al revés, hay que agradecerles a todos que acudieran disfrazados a la iglesia de San Francisco de Borja para alegrarnos la vida y recordarnos, con humor y gracia congénita, cuán estúpido es nuestro reino y cuán absurda es la existencia humana. Dios, gracias por el fuego y por el humor. Semejante orgía de

Capitães de abril

Creo que la primera vez que vi a la guapísima María de Medeiros Esteves Victorino d'Almeida fue en su papel de la mafiosa  Fatima do Espiritu Santo , en la gran "Airbag"(1997). Ni siquiera la negociación absurda que mantiene con su genial contraparte, el gallego Pazos (Manquiña) acerca del "conceto", empañaba su belleza casi sobrenatural, casi casi concebida por la IA.  Tres años después, dirigió su opera prima, "Capitães de abril". Este fin de semana perezoso y lento era el momento adecuado para volverla a ver. La película es un drama histórico que cuenta el golpe de estado con el que la mayoría del ejército portugués tumbó a la vieja dictadura. Se han cumplido 50 años de la gesta. En el viaje que hicimos allí a principios de abril, pasamos una mañana en la hermosa ciudad de Castelo de Vide, de donde procedía el capitán Salgueiro Maia, un hombre honesto y valiente, principal protagonista de la película.  En 1974, el pueblo portugués estaba cansado del

El niño que miraba al mar (Luis Eduardo Aute)

Tomás, compañero y sin embargo, amigo, me manda esta fervorosa reseña del concierto que compartimos la semana pasada: ¡Aute sigue en plena forma! Será porque nos mentalizamos para un homenaje al maestro, al que suponíamos agostado, será por envidia; pero es lo primero que me sorprendió de un concierto vibrante de música, letra y ritmo. Fue en La Rambleta, en Valencia el 28 de noviembre. Aute ya tiene 71 años, nunca ha exigido mucho a su voz y las mesas de mezclas hacen maravillas, pero todo eso no desmerece que sonó limpio e intenso. Uno no puede menos que preguntarse cuál será el secreto de su vigor, y cómo aplicárselo. Cantó las canciones de su último disco “El niño que miraba el mar” y algunas de sus discos anteriores, ya 46 años componiendo. Al final del concierto se centró en las históricas las de los 70 y 80 después de haber amagado tres veces con terminar e irse. Total 3 horas sin descanso. Se hicieron cortas. Le acompañaron tres músicos muy buenos, incluido s