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Primaveras en el país de los pájaros que duermen en el aire.

Los bárbaros de las banderas piensan que España es un cortijo desgraciado, un predio más en el inmovilizado de su balance, yermos que venderán a buen precio a los que construyen la autopista o el pantano. Imbéciles. España (y Portugal) son más que nada, naturaleza. La libertad del monte, el último paraje limpio y hermoso de Europa occidental. Pero los españoles, tan ignorantes siempre, no lo saben.

Merche me regaló a bocajarro un librito de Julio Llamazares: "Primavera extremeña". Durante los primeos meses del confinamiento, el escritor escapó de Madrid hacia la sierra de los Lagares, cerca de Trujillo y describe lo que ve. Es decir, apuntes del natural. Ejercicio de estilo en esos días extraños. Llamazares mira ese mundo deslumbrante, tranquilo y hermoso de la España interior, de caminos sin gente, de monte animado y verde." Mientras el mundo se desmoronaba, la naturaleza volvía a revivir igual que cada año al llegar la primavera." Es un libro menor (Si has escrito "La lluvia amarilla", casi todo lo que escribas después será menor); pero agradable, como todo lo que hace Llamazares, como él mismo. Lo cierto es que ha habido más pájaros, mejor cosecha de manzanas y más lluvia en este 2020 que ya se ha acabado. Gaya nos mira. Y nos advierte.

Reseño otro libro, que me regaló Geli, "El país de los pájaros que duermen en el aire", de la bióloga y escritora Mónica Fernández-Aceytuno. Una delicia. Es una hermosa colección de recuerdos y apuntes, muchos de ellos, tremendos hallazgos poéticos sobre "la extraordinaria Naturaleza española". El libro está organizado según las estaciones del año y nos describe la fauna y la flora de esta tierra afortunada y luminosa. "Veo a los mirlos llevando en el pico lo que parecen flores de arce, que son verdosas. Tiene que ser difícil hacer un nido. Como hacer una cama con las manos atadas a la espalda. Alas en vez de brazos. Ellos vuelan. Yo escribo."

Siempre me ha intrigado esa ocurrencia de que la vida y concretamente, la vida inteligente es inevitable porque el universo necesita explicarse a sí mismo. Algo así captan los de "Ciudad Jara" con esta canción tan hermosa.



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