Ir al contenido principal

This is England.


El protagonista de esta peli debe tener más o menos, mi edad. Pero hay muchas millas de distancia entre sus tristezas adolescentes y las mías, y entre las grises ciudades inglesas del thatcherismo y las luminosas ciudades españolas del primer felipismo.

Es un muchacho, feo y paliducho, es decir, inglés, que ha perdido a su papá en la guerra de las Falkland, aquella imbecilidad que se les ocurrió a los milicos y que tan bien le vino a Maggie para acabar de clavar las recetas de Chicago en la economía británica. Al chaval le pegan bastantes collejas. Hasta que encuentra unos amiguetes que se portan muy bien con él. Le regalan una camisa elegante y le cortan el pelo a la moda. La verdad es que se les ve majos, el único problemilla es que de vez en cuando buscan paquistanís para apalearlos.

La peli no aspira a grandes revelaciones sociopolíticas. Se conforma con seguir las emociones del chico y con indagar un poco en los lazos estéticos y políticos entre las distintas tribus que poblaban los barrios obreros de Inglaterra en los 80. Así que me supo a poco. En cualquier caso, en los rebuznos de los rapados que van asomando por la pantalla, podemos identificar uno de los lemas más usados en las ideologías occidentales, especialmente en los fascismos y en los nacionalismos reciclados: “la culpa de lo malo siempre es de otro. Normalmente, del extranjero o del diferente”. En el sur del sur de Europa andamos ahora muy ocupados buscando culpables de la catástrofe. Tiemblo al pensar que las millones de personas a las que van enviando a la pobreza pueden empezar a rezar ese lema, como otras veces en la historia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El correo

Noto, con cierto sentimiento de culpa, que no he publicado nada en dos meses. Agosto y septiembre se fueron casi sin dejar huella, como unos ladrones astutos, como un amante canalla, que no se queda a desayunar. La guerra perdida contra el tiempo que solamente los héroes verdaderos saben ganar. Yo no soy ningún héroe, solo aspiro a sacudirme la pereza. Me obligo a retomar el blog y para ello, reseñaré las últimas pelis que hemos visto.  "El correo" (2024), de Daniel Carpalsoro cuenta la historia de un chaval de Vallecas, un bigardo espabilado que se dedica a transportar dinero en efectivo desde la España milagrosa a las bancos y joyerías belgas, donde lo lavan y lo dejan hecho un primor de blancura. Ya sé que dicho así, suena a la trilogía "Transporter" de Jason Statham; pero Carpalsoro ha sido honesto. Ha hecho una cosa entretenida y sin pretensiones.  El primer acierto de la película es el ritmo. Del inicio al fin, las cosas ocurren porque sí, porque estamos vivos...

La sospecha de Sofía

Merche no aguanta demasiado tiempo en casa. Acabábamos de volver del Teruel de Teruel; pero insistió en ir al cine. Nos comimos unos bocatas con poca gracia y entramos a la vacía sesión de las 22:30. Soy un facilón. La película se basa en la novela homónima de Paloma Sánchez-Garnica. Es una historia de espías y de gemelos que se intercambian. Y como decorado, la España de los 60 y la Alemania Oriental. Da la sensación de que a alguien, en algún despacho madrileño de esos donde se manejan los dineros para lo de la cultura y el postureo, le gustó mucho la novela. Y le apeteció una película con mensaje sutil: Franco era malo; pero los comunistas aún eran peores. Y una vez más, ha quedado demostrado que no siempre sale una peli digerible de una novela que se vendió bien.  Es lo que tienen las historias de gemelos, que son difíciles de creer.  Siguiendo con obras maestras, me viene a la memoria una de las últimas películas protagonizadas por mi paisano Paco Martínez Soria y diri...

Corregudes mítiques: Fira de Sant Joan, 1997.

En este blog hemos reseñado novelas, comics, cortometrajes, coloquios, canales de youtube, boticas antiguas, documentales, ballet y monólogos. Hoy vamos con una corrida de toros. Una que los entendidos consideran "mítica". Los Politkommissare de la televisión pública valenciana decidieron emitirla la tarde del sábado, 27 de octubre de 2025. Mientras, en las calles de la capital se manifestaban decenas de miles de personas protestando contra la lamentable gestión de la barrancada de hace un año. Les juro que no me estoy inventando lo de la corrida. Desde siempre, el ser humano ha criado animales para hacer cosas con ellos. Principalmente, comérselos. Pero la mente humana siempre anda perdida en oscuros laberintos, así que también hacemos otras cosas con los bichos, un poco más raras. Cleopatra, al parecer, se bañaba en leche de burra. El presupuesto público da  para todo. " A escote no hay nada caro " es el lema de los borbones. Los ingleses criaban perros para que ...