Ir al contenido principal

España, capital París.



Posiblemente, mañana, el president de la generalitat catalana convocará la consulta no refrendaria sobre la independencia. Quizá también lo haga  el presidente del gobierno canario, sobre las prospecciones petrolíferas. El gobierno español ya ha anunciado que paralizará la primera. De la segunda, nadie ha dicho nada. Todo en esta tragicomedia parece escrito, previsible. Es una batalla más  de la guerra eterna entre legalidades y legitimidades. Sólo espero que el 9 de noviembre, las pesadas rocas de la historia, al caer, no hagan daño en ningún cráneo.  No merece la pena.

¿Ha fracasado el proceso de construcción de la nación española? Cuando se ha retirado el agua del boom, no solo ha quedado a la vista el lodo del fondo del pantano, sino las enormes grietas  en la presa. Precisamente, de fracasos y de obras públicas va este libro.

Llegué a él gracias a la excelente reseña de Daría Barbate, publicada en el número 9 de la revista “Bostezo”, dedicada al concepto de “Fracaso”. Como en un tiempo me interesó  la evaluación de proyectos públicos, me hice con el libro rápidamente. Germà Bel es un cátedro de la UB, con abundantes publicaciones profesionales sobre la economía política de las infraestructuras.

Cualquier contribuyente medianamente informado sabe que la sociedad española ha dedicado recursos gigantescos en las últimas décadas a la construcción de una red de trenes de alta velocidad que conecte Madrid con diversos puntos del territorio (incluso sitios con poca población y actividad). Y que la inversión (que no ha acabado) es ruinosa económicamente. ¿Cuál es, pues, su justificación? Bel argumenta que forma parte de un proyecto político mayor: el que se inició con la llegada de los Borbones. España tendría un modelo a seguir: la Francia centralista y Madrid, el poblachón manchego que solo era corte, tendría como modelo, París. Bel analiza toda la historia de las infraestructuras españolas de transporte a la luz de esa interpretación. Las carreteras y su trazado radial, siempre con resultados antieconómicos, la historia del ferrocarril tradicional, la centralidad de Aena, etc. Argumentos no le faltan. Según el autor, Madrid habría conseguido su objetivo: añadir a la centralidad política, la centralidad económica, arrebatándosela así, a Barcelona. A costa de lastrar la economía del conjunto, en su interpretación.

Agravios más o menos reales, que abren las grietas de la presa, tan antigua, tan pesada, tan cansada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El correo

Noto, con cierto sentimiento de culpa, que no he publicado nada en dos meses. Agosto y septiembre se fueron casi sin dejar huella, como unos ladrones astutos, como un amante canalla, que no se queda a desayunar. La guerra perdida contra el tiempo que solamente los héroes verdaderos saben ganar. Yo no soy ningún héroe, solo aspiro a sacudirme la pereza. Me obligo a retomar el blog y para ello, reseñaré las últimas pelis que hemos visto.  "El correo" (2024), de Daniel Carpalsoro cuenta la historia de un chaval de Vallecas, un bigardo espabilado que se dedica a transportar dinero en efectivo desde la España milagrosa a las bancos y joyerías belgas, donde lo lavan y lo dejan hecho un primor de blancura. Ya sé que dicho así, suena a la trilogía "Transporter" de Jason Statham; pero Carpalsoro ha sido honesto. Ha hecho una cosa entretenida y sin pretensiones.  El primer acierto de la película es el ritmo. Del inicio al fin, las cosas ocurren porque sí, porque estamos vivos...

La sospecha de Sofía

Merche no aguanta demasiado tiempo en casa. Acabábamos de volver del Teruel de Teruel; pero insistió en ir al cine. Nos comimos unos bocatas con poca gracia y entramos a la vacía sesión de las 22:30. Soy un facilón. La película se basa en la novela homónima de Paloma Sánchez-Garnica. Es una historia de espías y de gemelos que se intercambian. Y como decorado, la España de los 60 y la Alemania Oriental. Da la sensación de que a alguien, en algún despacho madrileño de esos donde se manejan los dineros para lo de la cultura y el postureo, le gustó mucho la novela. Y le apeteció una película con mensaje sutil: Franco era malo; pero los comunistas aún eran peores. Y una vez más, ha quedado demostrado que no siempre sale una peli digerible de una novela que se vendió bien.  Es lo que tienen las historias de gemelos, que son difíciles de creer.  Siguiendo con obras maestras, me viene a la memoria una de las últimas películas protagonizadas por mi paisano Paco Martínez Soria y diri...

Presentes

Solamente existen dos cosas: la vida y la muerte. La muerte es el segundo principio de la termodinámica, dominante, omnipresente, invencible. La vida es la lucha absurda, desesperada, contra ese principio. Es la excepción, lo heroico, la guerra que se libra sabiendo que se va a perder. La vida son los pimientos de Padrón, mi sobrino saltando las dulces olas del mar Mediterráneo, Francella haciendo de Sandoval en un juzgado oscuro de Buenos Aires, mamándose como un boludo mientras tiene ideas deslumbrantes. A veces, hay más vida y a veces, hay más muerte. Últimamente, nosotros hemos tenido algo más de lo segundo. Murió un primo de Merche de Albacete. Tenía ilusión por viajar y por hacer fotos a la vida, mientras que el cáncer lo iba derrotando, después de una guerra de cinco años de tratamientos, pruebas, dolores, experimentos, viajes a Madrid, más contra experimentos y más dolores. Pero ese hombretón y su retranca seguirán viviendo. En los mejores diálogos de Muchachada Nui está su c...