Ir al contenido principal

El duelo del siglo (Чемпион мира)

En agosto del 2021, escribí esta entrada sobre Rusia. Decía "no sabemos si duerme o prepara el ataque para devorarnos". Parece que era lo segundo. En febrero de 2022, Rusia invadió Ucrania y comenzó la guerra. Habíamos tenido cierta intuición de que el gran oso iba a removerse, al sentirse traicionado, rodeado. 

La mayor parte de los televidentes de este lado del mundo, teníamos claro que los rusos (Putin, más bien) eran los malos y los ucranianos (más bien, el gobierno pro-occidental surgido de los incidentes del Euromaidán) eran los buenos. Y para que no tuviéramos dudas al respecto, recibimos muchas explicaciones simplonas y un poquito sesgadas. Y para que los malos no nos engañaran, cerraron las emisiones del Russia Today, que para eso somos democracias maduras, no como los chinos, que son esclavos de los comunistas. Como todo lo que ocurre en este complejo mundo de conflictos, el conflicto es algo más complejo de lo que parece. Obviamente, hay un agresor y un agredido: la población ucraniana. Recuerdo con pena las lágrimas de Nadia, una ucraniana del oeste. Esas son las lágrimas que me conmueven a mí; pero quizá es porque no puedo ver en la tele las lágrimas de los ucranianos pro rusos del este. Vean esta  imagen de la wikipedia con los resultados de las elecciones del 2010. La guerra se ha enquistado, Rusia no cederá nunca Crimea (que fue un regalo ruso a Ucrania en 1954) ni Donetsk ni Luhansk. Y la superioridad tecnológica occidental permitirá al gobierno pro-occidental de Ucrania defenderse hasta el último hombre. Cuánto horror esconde esta frase hecha.

El ajedrez, esa locura que dura una vida, quita y aporta muchas cosas a los ajedrecistas. Una de las que me aportó a mí fue entender un poco mejor las sombras y las luces del alma rusa. Al fin y al cabo, la antigua Unión Soviética fue, además de la patria de todos los proletarios de la tierra, la patria del ajedrez. Muchos ajedrecistas occidentales sabíamos distinguir el apellido de un campeón ruso-ruso, como Spassky, del apellido de un campeón ucraniano-ucraniano, como Ivanchuk. O sabíamos que los apellidos de los eslavos del este se acentúan como palabras llanas: así Karpov, se pronuncia Kárpov o Kasparov, se pronuncia Kaspárov (aunque, en su apellido original era Weinstein). 

He visto en el cine BitTorrent esta larga peli del 2021. Trata de ajedrez y de Rusia. Cuenta el ascenso al trono mundial de Anatoly Kárpov y el dramático encuentro en el que defendió su título frente al "traidor" Víktor Korchnoi. Digo "peli", pero parece un documental. Han buscado a dos actores que realmente se parecen a Kárpov y a Korchnoi. Y como es una cosa rusa, todo lo relacionado con el ajedrez está bien hecho. No hay tableros mal colocados, ni esos fallos en el atrezzo que nos irritan a los aficionados. El famoso match que se celebró en Baguío en 1978, con todas sus sombras, trampas y dramas, merecía una película muy patriótica. Y el pobre Korchnoi, que se escapó a occidente, sigue siendo el malo en la Rusia de hoy. Lo de los buenos y malos rusos y los buenos y malos españoles, que son etiquetas para siempre, supongo. Como ajedrecista, me resultó imposible no emocionarme con las escenas sobre la importancia social del ajedrez: cuando un campo de fútbol entero (supongo que el del Spartak) coreaba "Tolia, Tolia!" cuando el genio de los Urales ganaba una partida, o cuando los nómadas de las estepas o los exploradores del Ártico analizaban la posición de una de las partidas aplazadas del match en un pequeño tablerito. Sospecho que en los gulags también andaban estudiando la Española Abierta o la defensa Pirc-Ufimtsev que usó Korchnoi como armas en el encuentro; pero eso ya no sale en ninguna escena. Pero no se equivoquen, a la mayor parte de ustedes la peli se les hará aburrida y larga. El match de Baguío duró 3 meses y la trama cuenta el día a día. Así que solo se la recomiendo a ajedrecistas, a rusos y a ucranianos, valgan las redundancias.





Comentarios

Entradas populares de este blog

Asesinato en el campo de golf.

La realidad siempre supera a la ficción. Ni el mejor Azcona podría haber imaginado la boda cortesana del otro día ni el más inspirado Berlanga, rodarla. Fue una inundación de imágenes ridículas, un tsunami de mal gusto, una representación prodigiosa y completa de todo lo vano y risible de nuestra sociedad. Dicen que el humor siempre ha de apuntar hacia adentro y hacia arriba y apuntar bien la pistola es difícil; pero las imágenes que, como huesos, tuvo a bien echarnos la tele de Ayuso eran una diana gigantesca, grande como un océano de paradojas. Dispararas donde dispararas, acertabas. NO piensen que les deseo unos tiros o unas bombas a los convidados. Sobre eso, volveré más adelante. Al revés, hay que agradecerles a todos que acudieran disfrazados a la iglesia de San Francisco de Borja para alegrarnos la vida y recordarnos, con humor y gracia congénita, cuán estúpido es nuestro reino y cuán absurda es la existencia humana. Dios, gracias por el fuego y por el humor. Semejante orgía de

Capitães de abril

Creo que la primera vez que vi a la guapísima María de Medeiros Esteves Victorino d'Almeida fue en su papel de la mafiosa  Fatima do Espiritu Santo , en la gran "Airbag"(1997). Ni siquiera la negociación absurda que mantiene con su genial contraparte, el gallego Pazos (Manquiña) acerca del "conceto", empañaba su belleza casi sobrenatural, casi casi concebida por la IA.  Tres años después, dirigió su opera prima, "Capitães de abril". Este fin de semana perezoso y lento era el momento adecuado para volverla a ver. La película es un drama histórico que cuenta el golpe de estado con el que la mayoría del ejército portugués tumbó a la vieja dictadura. Se han cumplido 50 años de la gesta. En el viaje que hicimos allí a principios de este abril, pasamos una mañana en la hermosa ciudad de Castelo de Vide, de donde procedía el capitán Salgueiro Maia, un hombre honesto y valiente, principal protagonista de la película.  En 1974, el pueblo portugués estaba cansad

Un hipster en la España vacía.

Reseñaré tres comedias que hemos visto últimamente. Y me permitiré divagar sobre la naturaleza del género, como supuestamente hizo Aristóteles en el libro perdido que busca Guillermo de Baskerville en "El nombre de la rosa". Vamos con la primera película. Yo habría olvidado casi inmediatamente el arranque de esa peli. Merche hacía zapping en Netflix y me pareció oír que la historia transcurría en un inexistente pueblo llamado "La Cañada del Infante" o algo así, ubicado en la inefable provincia de Teruel. Y siempre que oigo esa hermosa palabra: "Aragón", atiendo. Así que levanté la vista del móvil y le dije que quizá deberíamos intentar ver esta comedia española de casi 100 minutos de metraje, dirigida por el exitoso Martínez-Lázaro ("La voz de su amo", "13 rosas", "Ocho apellidos..."). El argumento, más o menos, es el siguiente: hay un chico idealista y finico (Lalo Tenorio) que se supone que se dedica a las políticas sobre la