Tengo la intuición de que cuando hicieron esta peli no se esperaban tanto premio. Pero les quedó muy linda y muy redondita, quizá demasiado. La peli se basa en el gran Lebowsky, perdón, en el gran Jeff Bridges, que es un cantante country viejuno y borrachete, que va dando tumbos por los escenarios de medio pelo de esos pueblos de los desiertos, hasta que se enamora como un chavalico y le vuelve a entrar la ilusión. Todo muy bonito, incluso cuando vomita güisqui a mitad de digerir. La cosa me gustó bastante, por todo aquello del alcoholismo y del cariño por los hijos de los compañeros, aunque creo que me perdí algo porque la música country y ese sentimiento sobrecogedor de abandono y de soledad me pillan ahora, para mi suerte, muy lejos.