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Mostrando entradas de 2019

Si yo fuera rico.

Más por contentar a Merche que a los sobrinos, fuimos a ver este promocionadísimo remake al Centro Comercial de Lorca. Los chavales, en plena transformación mental y física, están más interesados en todo lo que rodea al cine (comida basura, bolera, compras) que en la peli en sí, que ven como una cosa ajena, para señores mayores, un tributo a pagar a cambio de la tarde del domingo fuera de casa. Merche la había visto muy anunciada (Telecinco, Movistar....) y supongo que necesitaba reir, o al menos, sonreir una vez en esta navidad inacabable. Yo no tenía demasiadas esperanzas, después del periodo infame con el que nos han zaherido las últimas comedias españolas (huyan de "Lo dejo cuando quiera", "Lo nunca visto" o "Taxi a Gibraltar"). Y efectivamente, la peli es plana, previsible y tirando a sosa. Pero como ya iba vacunado, no me enfadé con esta historia sencillita que cuenta lo que todos nos hemos planteado que haríamos si nos tocara la lotería (¿A quié

El caso Fischer ("Pawn sacrifice" 2915)

Reseñé esta peli en el programa de radio de Radio Alzira "Blancas o Negras" del 9 de diciembre. Habitualmente, concentro las reseñas que hago allí en entradas conjuntas; pero separo esta porque tiene cierto interés cinematográfico, más allá del ajedrez.  Bobby Fischer fue la gran figura del ajedrez de la segunda mitad del XX. Transformó la manera de jugar, encarnó la figura del individuo-héroe frente a la apisonadora del ajedrez soviético, fue un elemento propagandístico de la guerra fría cultural y, como es obvio, estaba loco como una cabra. O sea, que su figura ha inspirado muchas obras.  Esta peli es un biopic ambicioso y con presupesto. Dirigido por Zwick, con guión de Knight, trata el ajedrez con corrección y se deja ver. La peli se centra en el célebre match por el campeonato del mundo entre Fischer (Tobey Macguire) y Spassky (Liev Schreiber) celebrado en Reykjavik en 1972. "El match del siglo" lo llamaron. Efectivamente, popularizó el ajedrez en occide

"La fiesta del Chivo"

Una compañera de trabajo me contó que, en el hotel donde nos alojamos, en una de sus primeras estancias, había visto a Vargas Llosa. Cuando empecé a leer esta novela certera y dolorosa, entendí que el nobel peruano, precisamente, se había inspirado en el Crowne o en el cercano Jaragua para el principio de la historia. Me emocioné. La literatura, la gran literatura, se llevó todo mi aburrimiento por delante y me regaló tres mañanas luminosas y plenas. La narradora, Urania Cabral, vuelve a Santo Domingo y está alojada en una de esas torres que miran al Caribe, ese mar tan hermoso, tan ajeno al ruido y al humo del tráfico -"tránsito"- en el Malecón, avenida George Washington, Distrito Nacional, República Dominicana. ¿Debemos llevar a los viajes algún libro que transcurra en el sitio al que se viaja? O más bien, ¿algo sobre las antípodas? ¿Algo que no tenga nada que ver con nuestro destino? O incluso, ¿debemos leer en los viajes? La realidad, el calor, los sonidos, los sabore

Chernobyl

Ya me lo dijo mi primo hace mucho tiempo: lo bueno está en las series. Y en el largo viaje de avión del 10 de noviembre, disfruté todos los capítulos de esta obra maestra.  La serie trata el accidente y sus consecuencias con una austeridad y una puntería que impresiona. Se basa, en parte, en los testimonios recogidos en el libro "Voces de Chernóbil" de la premio Nóbel Svetlana Aleksiévich. Los fallos de diseño, la estupidez de los responsables directos y la mala suerte se aliaron para crear algo que "nunca había ocurrido en la faz de la tierra". El monstruo que desataron asoló una inmensa región entre Bielorusia, Rusia y Ucrania, exigió heroicidades inmensas y quizá, acabó desestabilizando a aquel muerto andante que era la Unión Soviética de los 80. Yo no dormí ni un momento en ese largo viaje. Y no puedo olvidar el capítulo "The happiness of all Mankind", cuando van exterminando a los perros que quedaron en la zona de exclusión.

Muerte en el Nilo.

En Filmin, vi en dos o tres sentadas la adaptación cinematográfica del 78 de una de las más conocidas novelas de Agatha Christie. Creo recordar que leí la novela hace muchos años y creo que la tengo en inglés en alguna caja. Siempre es más fácil sentarse en el sofá delante de la tele grande. Si algo llama la atención de la peli es el elenco: Peter Ustinov, el Poirot que más me gusta, David Niven, haciendo de ayudante tontaco, y Ángela Landsbury, una arrugadita Bette Davis y Mia Farrow haciendo de sospechosas.

Kaputt (1944).

El mal se desató sobre Europa. Ocurrió. Y volverá a ocurrir. El mal tenía varios nombres propios: fascismo, nazismo, stalinismo, xenofobia, odio, venganza. Fue el mal absoluto. Que ahora vuelve maquillado, a lomos de Facebook y Twitter y de las fake news. El mal que gobierna Hungría, Polonia, y que va a sacar un montón de diputados en la Carrera de San Jerónimo el próximo domingo. Hace años, leí el siguiente párrafo, reseñado, creo, por el gran Manu Leguineche: "El pueblo croata-aseguró Ante Pavelich- quiere ser gobernado con bondad y con justicia. Y yo estoy aquí para garantizar esa paz y esa justicia. Mientras decía eso yo contemplaba un cesto de mimbre, colocado sobre la mesa del despacho, a la izquierda del poglavnik. El tapetito que lo cubría estaba un poco levantado, permitiendo ver que el interior estaba lleno de frutos de mar, (...) - ¿Son ostras de Dalmacia? (...) Pavelich alzó la servilleta que cubría el cesto y, mostrándome (...) aquella masa gris y gelatinosa, me

Ojos Negros

Una de las canciones más hermosas de "La Ronda de Boltaña" (y eso ya es mucho decir) es "En tu nombre" , de su cuarto disco. La canción usa topónimos como hilo conductor de un poema de amor a aquel país de pueblos de nombre hermoso y casas vacías. "Aragón no es una errata del mapa, a la vez es Triste y Bello. Uno en Huesca, otro en Teruel.."  Pocos pueblos tienen un nombre tan hermoso como Ojos Negros, en el extremo noroeste de la comarca del Jiloca. Y aunque no sale en esta canción de La Ronda, no han podido evitar citarlo en otras. En Ojos Negros, el pueblo minero, transcurre esta peli catalana que vimos (vi) en Filmin. La peli cuenta el verano en el pueblo de una hermosa Alba Alcaine. La madre, que emigró, como tantos otros, la manda a convivir con su abuela y su tía. Muchos hemos sido veraneantes. Y en esos veranos de la vuelta al origen, descubríamos la vida, los amores adolescentes, los conflictos familiares. Una película lenta, corta y digna q

Tierra de Dios.

Vimos en Filmin esta opera prima y nos gustó. Es un "Brokeback Mountain" británico, más honesto y real. No hay vacas bucólicas, bosques bonitos y homosexuales guapetones con camisas a cuadros, sino que hay ovejas asquerosas, cerros oscuros y pelados y gente de pueblo, alcohólica y maleducada, que lo llena todo de mierda con sus botas de goma. Pero hay una historia de amor con sus idas y venidas. Supongo que de aquí a unos años estas pelis estarán fuera de la ley, bien porque volverán a gobernar los ultras de Madrid, bien porque en el nuevo califato las mariconadas estarán prohibidas.

Quien a hierro mata...

En los cines de Lorca, me pude escapar de los sobrinos y entré a ver este thriller de Paco Plaza. Me gustó. Y creo que a las otras dos o tres personas de la sala, también. Definitivamente, el cine español actual es mejor haciendo historias negras y duras que comedias edulcoradas.  La historia es previsible; pero me atrapó. Y las interpretaciones creo que están a la altura. Además, pasaban dos cosas que siempre me gustan de tan razonables y didácticas: la violencia siempre engendra violencia y los malos, además de malos, son estúpidos y chapuceros, como en la vida real.

Pelis con Lola.

Lola se va haciendo mayor. Sus gustos cambian. Este verano he podido ver cómo empezaba a disfrutar de series y de películas que hasta hace poco no le hubieran interesado o le hubieran dado miedo. En la tele, vimos juntos los primero cinco capítulos de la primera temporada de "La casa de papel", la serie española que Netflix compró y redifundió con éxito. Me gustó. Lola ya había visto las dos primeras temporadas; pero hizo el esfuerzo de repetirla para agradarme. Quizá me estoy pasando de listo; pero sospecho que a Alex Pina le influyó muchísimo "Plan Oculto" ("Inside man") , la gran peli de Spike Lee del 2006. Tengo ganas de llegar al momento en que la canción "Bella Ciao" aparece en la serie. Mi sobrina la canta sin saber muy bien lo qué significa. Y yo me sonrío por dentro. En el cine, vimos "Serenity" de Steven Knight, con el versátil McConaughey de prota. Mientras la peli siguió los cauces habituales en un thriller-drama, la cos

Maus (Art Spiegelman)

Soy uno de esos tipos que, de vez en cuando, mete baza en los grupos de Whatsapp para avisar de que algún mensaje es un bulo. Obviamente, lo hacemos por vanidad, para demostrar que somos más listos o estamos mejor informados. Me consuela pensar que alguna vez habrá sido útil y alguien habrá aprendido que difundir noticias falsas es malo, azuza odios y prejuicios que solo pueden traer futuras desgracias. Muchos bulos pretenden desacreditar a los colectivos más indefensos: los migrantes, los diferentes, los distintos, los pobres; pero también al sistema, a la democracia liberal, esa que todos criticamos pero que nos protege a todos. El odio se disfraza de pueblo, de verdad y hay malos muy malvados sedientos de sangre, en alguna oficina o en algún club de tiro, esperando la gran revancha. La historia se repite, " Those who cannot remember the past are condemned to repeat it" decía el profesor George Santayana. Como recuerdo del viaje a Cagliari, me traje una versión en itali

Negras o blancas (5)

Empieza la nueva temporada del programa de radio "Negras o blancas" en Ràdio Alzira. Como sabéis, de vez en cuando, colaboro haciendo reseñas de literatura ajedrecística o literatura en torno al ajedrez.  Para mi propia memoria, listo a continuación las reseñas que hice en la primavera del 2019.  En lo que se refiere a libros puramente ajedrecísticos, hablé del libro de problemas "Why we lose at chess?" de Colin Crouch (editorial Everyman chess), de la gran obra del matemático, ajedrecística y divulgador John Nunn, o para ser más exactos, Dr. John Nunn, de la colección autobiográfica de partidas "Yo juego contra las piezas" de S. Gligoric, del capítulo dedicado a Samuel Reshevsky en el tomo IV de "Mis grandes predecesores" del omnipresente G. Kasparov, y del clásico "Finales artísticos" de Kasparian. Reseñé un librito curioso sobre el entorno familiar y deportivo del genio M. Tal, "Team Tal" escrito por el que fuera su

Cierta idea de la felicidad.

Vimos dos películas de cine en la primavera que me sugirieron cierta idea de la felicidad como la capacidad para desprenderse, para descuidarse, para fracasar con gracia.  Me gustó "Un asunto de familia" (2018), que la crítica ha considerado, creo que con razón, una de las mejoras obras del japonés Koreeda. Suponemos que todos los japoneses son ordenados, previsibles, honrados y  sometidos hasta la psicosis por las normas y la presión social. Los que salen en esta peli son una especie de familia de ladronzuelos desordenados, sucios y ... felices. Me gustó la comedia española "El mejor verano de mi vida" de Dani de la Orden, que vi con los sobrinos. En este caso, el fracasado gracioso es Leo Harlem, el humorista que mejor representa ese arquetipo de español muy español, saleroso, ignorante y pagado de sí mismo. Esos españoles que son (somos) tontos y pobres, cuando nuestros antepasados eran pobres pero sabios. La peli está bien llevada y vemos cierta clase de fel

Dean Joseph Norris

Norris siempre será el cuñado-agente  Schrader en la gran "Breaking Bad". Una de las muchas causas que hacen tan buena a esa serie es que cada personaje aporta algo que complementa a los demás; pero sin ser planos, cada uno de los protagonistas tiene matices y evoluciona, no solo el sr. White. Supongo que es algo que se consigue con buenos guiones, buenos actores y buena dirección. Y con un metraje que las pelis clásicas, limitadas en su duración, no tienen. Este verano he convivido con policías como Schrader, gente a la que le gusta ayudar a los demás y que las normas se cumplan. Gente que no se plantea si las normas son buenas o malas.   También he visto últimamemte dos pelis donde Norris hace de actor de reparto. En la tele de las estivales veladas nocturnas vi "El secreto de una obsesión" (2015), cuyo título original es "Secret in their eyes". Se trata de la versión norteamericana de la argentina "El secreto de sus ojos", que ya reseñamos a

Dos novelas negras mexicanas.

Sigo con lo del español de México. He leído últimamente dos excelentes novelas negras de autores de allá.La primera fue “Asesinato en Sinaloa Park”, de Elmer Mendoza, el otro Mendoza. Se trata de una nueva entrega de las aventuras del detective Edgar Mendieta, “el zurdo” Mendieta, al que yo no tenía el gusto de conocer. Es un policía viejo, borracho, medio corrupto y medio sabio. Resuelve un crimen acontecido en el Parque Sinaloa. Obviamente, sabemos desde el principio quién es el asesino. Pero como buena novela negra, lo importante no es el final, sino el mundo que rodea al caso. La violencia y la sordidez que el narcotráfico genera lo empapa todo. En la resolución de un par de asesinatos, presenciamos una docena adicional de muertes violentas que parecen no tener importancia. Todo ello narrado con abundantes mexicanismos. Lo dicho, un placer. La segunda fue “Una novela criminal” de Jorge Volpi, otro autor al que no conocía. La novela funciona como una buena novela negra, aun

"Roma" y "El rey recibe"

A menudo, tengo que explicar a muchos españoles que aquello de que “el mejor español” es el de Valladolid es una gilipollez. Algún académico   ha tenido que explicar que eso de que existan acentos mejores o peores es falso y más, para una lengua hablada por gentes tan distintas de tantos países. Comprendí hace muchos años la suerte que tenía de hablar una lengua tan extendida. Pero también aprendí que lo que yo hablaba era solamente un dialecto minoritario en un mundo lleno de acentos distintos y diferentes, llenos de eses brillantes como sonrisas caribeñas. También aprendí que el castellano había sido una de las armas usadas en la opresión y en los genocidios; pero también una herramienta de liberación y de comunicación universal… “por fortuna, su lenguaje se ha quedado. Haremos de él otra arma de defensa…” cantaba algún grupo latinoamericano. Me sorprendió el debate generado por la decisión de Netflix de subtitular “Roma” de Alfonso Cuarón al castellano de la península. Cuan

Pelis de navidad.

Los sobrinos están en una edad difícil: todavía disfrutan cuando los llevo al cine; pero ya no les gustan las pelis para niños y no entienden los chistes en las pelis para mayores. Por entender, sólo entienden la glucosa de los refrescos y que su tío ha de entretenerse y entretenerlos de alguna manera. Vimos “Ralph rompe Internet”, de Disney. Salvo el final de la película, poco elaborado y sin gracia, el resto me gustó bastante. El protagonista sale de su juego arcade de los 80 y navega por internet. A mis sobrinos no les gustó. Me informaron de que había habido una primera parte, que era “mucho mejor” (sic) Vimos “El Grinch”, de Illumination Entertainment, que lleva a los dibujos animados una peli del 2000, que procedía del célebre libro “ How The Grinch Stole Christmas” (1957).  A pesar de los colorines y de lo bien hecha que está, a mí me pareció aburrida, a mis sobrinos, una mierda y a mi esposa le encantó.

Negras o blancas (4)

Listo a continuación los libros que reseñé en el programa de ajedrez “Negras o blancas” de Radio Alzira durante el otoño de 2018. Comenté “Russians vs. Fischer”, un libro que, basándose en información desclasificada, describe cómo el ajedrez de élite soviético se preparó contra Fischer. Es interesante más allá del aspecto deportivo para entender bien aquel régimen obsesivo y enfermo.  En lo que se refiere a libros técnicos, siguiendo con Fischer, comenté su célebre “My 60 memorable games”. También “Los siete pecados capitales del ajedrez” un libro sobre la toma de decisiones en el tablero del jugador-filósofo escocés J. Rowson. También la colección de partidas de los 70: “El arte del análisis” del gran jugador neerlandés Jaan Timman. Reseñé un libro clásico: el “Análisis del ajedrez” de Philidor, al que se considera, con justicia, el primer gran estratega de la historia del ajedrez. Reseñé “Cómo la vida imita al ajedrez” del incansable G. Kasparov, que ya hab

Pelis del otoño.

Me encantan las pelis de timos y estafas, con sus tramas enrevesadas, con sus trucos ex machina, con sus flashbacks para que el tarugo del espectador comprenda de pronto que ya se lo habían contado todo, que la resolución del enigma estaba ahí delante, en frente de su limitadita inteligencia. Este otoño vimos dos pelis de ese género, que reseño porque sé que se irán de mi memoria, tan limitadita como la potencia del párrafo anterior. En la tele, “Timo bajo cero”. Así tradujeron “Thin Ice (the convincer)”, de la directora Jill Sprecher (2011), que transcurre en los paisajes helados de Wisconsin. No es como “Fargo”; pero me entretuvo y me pareció más sutil de lo que aparentaba. En el cine, “Mi obra maestra” (2018), de Gastón Duprat. Una comedia argentina sobre la picaresca en el mundo del arte. Facilona y previsible; pero entretenida. Y es que el Francella, que ya había visto en “El misterio de la felicidad”, lo hace todo bien. También vimos en el cine, “Ola de crímen