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Dean Joseph Norris

Norris siempre será el cuñado-agente Schrader en la gran "Breaking Bad". Una de las muchas causas que hacen tan buena a esa serie es que cada personaje aporta algo que complementa a los demás; pero sin ser planos, cada uno de los protagonistas tiene matices y evoluciona, no solo el sr. White. Supongo que es algo que se consigue con buenos guiones, buenos actores y buena dirección. Y con un metraje que las pelis clásicas, limitadas en su duración, no tienen. Este verano he convivido con policías como Schrader, gente a la que le gusta ayudar a los demás y que las normas se cumplan. Gente que no se plantea si las normas son buenas o malas.  

También he visto últimamemte dos pelis donde Norris hace de actor de reparto. En la tele de las estivales veladas nocturnas vi "El secreto de una obsesión" (2015), cuyo título original es "Secret in their eyes". Se trata de la versión norteamericana de la argentina "El secreto de sus ojos", que ya reseñamos aquí. En la versión gringa echaron el resto en estrellas (la Kidman y la Roberts); pero prefiero la versión de Campanella. En especial, eché de menos el genial alcohólico Pablo Sandoval (Guillermo Francella). 

Anoche llevé a los sobrinos y una de sus amigas de veraneo a "Historias de miedo para contar en la oscuridad", una peli de miedo para púberes y adolescentes, avalada por Guillermo del Toro y que es correcta pero previsible. Norris tiene un papel menor. Me alegré de verlo. Cuando los monstruos pueden ser demasiado monstruosos conviene tener cerca un poli viril y poco sofisticado.

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