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Mostrando entradas de enero, 2020

El Camino hacia la Victoria

"La Luftwaffe...el buque insignia del Canal Historia".... dice Homer Simpson, de una forma arrobada. La frase nos hacía mucha gracia a Pepe y a mí. La Segunda Guerra Mundial ha sido y es uno de los grandes "temas" de entretenimiento de nuestra sociedad telealimentada. Cuando zapeo, no puedo evitar quedarme atrapado en "Apocalipsis" o en "WWII en color" o en "Megaestructuras nazis" o en cualquiera de los cientos de series documentales que, convenientemente, adobadas, narradas o coloreadas tratan aquellos años terribles. Supongo que muchos teleconsumidores con vagos intereses en la historia y en la política nos ponemos el disfraz de expertos y nos emocionamos con toda esa épica enlatada y servida en capítulos. Hubo 80 millones de muertos (caídos en combate, asesinados, muertos de hambre...). El sofá es buena trinchera y el mando a distancia un arma imbatible.  En Navidades, me regalaron el librazo "El Camino hacia la Victoria"

Los Asquerosos

Un tipo vulgar y desgraciado acaba viviendo solo en uno de los muchos pueblos abandonados de la España vaciada. No es un neorural con ideales. No es un loco. No es un Thoreau que flipe con el olor a yerba. Simplemente, es un Robinson Crusoe que, por azar, tiene que huir de una sociedad que se va a la mierda, podrida de consumismo y de falta de sentido. Allí, en la soledad infinita y en la vieja casa abandonada que ha ocupado, descubre que es feliz. No porque aprenda a vivir con lo poco que tiene. No porque aprenda que todo le sobra. Sino porque no necesita a nadie para ser feliz. Ni siquiera a sí mismo. El silencio, la rutina, la supervivencia le bastan. Nada parece estar de más en esta novela breve de Santiago Lorenzo. Ni el lenguaje florido con pretenciosos neologismos que usa el narrador (el único contacto en la civilización que tiene nuestro Crusoe), ni cierta reiteración en las ideas, ni el brillante capítulo donde se describe a "la mochuza". Los mochuzas son esa gen