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Mostrando entradas de 2017

Toni Erdmann.

A Merche le dio por comprar DVDs (y comida). Así que una de las noches de este otoño eterno y extraño, vimos esta película alemana del 2016. Los críticos y los jurados de los festivales la habían puesto por las nubes.  Se trata de un padre aburrido que echa de menos a su hija. Al tipo, interpretado por Peter Simonischek, le gusta hacer bromas y meterse (quizás) donde no le llaman. Y se trata de una hija (Sandra Hüller) que es una ejecutiva muy ocupada que trabaja de asesora para empresas que explotan el petróleo de los campos de Ploiesti en Rumanía. Esos campos que fueron tan importantes en la segunda guerra mundial. Pasamos cerca de ellos este verano, en el bus que nos llevaba a la desembocadura del Danubio. La cosa tiene su gracia; pero tampoco es para cagarse de risa. El viejo irrumpe en la vida de la hija haciéndose pasar por un “life coach” (perdonen la expresión) llamado Toni Erdmann. Es como un cachorrito intentando atraer la atención del dueño. Así que hay ciert

Handia

Leo que “Handia” es la gran favorita a los premios Goya. Fuimos a verla hace dos meses. Me gustó. Y eso que las pelis de “época” siempre me parecen artificiosas, falsas. Supongo que no soy capaz de admirar el trabajo enorme que lleva el atrezzo , los trajes, esa artesanía sutil y costosa que sirve para convencerte de que estás en la época de las carlistadas. La magia del cine, para ir resumiendo. Trata del llamado “Gigante de Alzo”, Miguel Joaquín Eleizegui Arteaga, un muchachote aquejado de gigantismo en un caserío de aquel pueblo guipuzcoano. “Handia” significa “Grande”. Trabajó como atracción de feria por varios países europeos.  La peli logra sus mejores momentos cuando escarba en los conflictos personales del gigante, alejado de su caserío, de su iglesia, de su aita. Obligado a posar con ropas extrañas para extraños. Una poesía profunda y desasosegante recorre la historia, que se ve como un cuento sin final feliz, pero también como un curioso viaje al pasado. 

Negras o Blancas. Radio Alzira.

Ya sabéis cuál es mi gran pasión, el ajedrez. A esa lógica centrada en sí misma, improductiva e infinita, he dedicado muchas horas y muchos afanes. Esas horas y esos afanes podrían haber sido más productivos en otros huertos; pero quizá no me hubieran hecho más feliz. A lo largo del otoño, he colaborado (y lo sigo haciendo) con el programa de Ràdio Alzira. "Negras o blancas" . Participo con una sección breve dedicada a reseñas de "literatura ajedrecística". En ese término, englobo tanto libros y material puramente técnico, como propiamente literatura o ensayo que usan el ajedrez como excusa o motivo artístico. En lo que se refiere a la primera área, no me extenderé. De momento, he comentado "Counter-attack" de Z. Franco, "La estrategia del riesgo. L. Stein" de Lazarev y Gufeld  y "Move first, think later" de W. Hendriks. En lo que se refiere a verdadera literatura, reseñé, ¿cómo no? "Novela de ajedrez" de Zweig y ta

Pelis del otoño.

Como los últimos otoños, este está siendo largo, caluroso, improductivo, tranquilo. Poco cine y pocos libros. Pero no quiero que el olvido se lleve los nombres de las pelis que hemos (he) visto. Para algo tenía que servir este diario, tan abandonado, tan otoñal. En el cine, vimos "La montaña entre nosotros", una historia de supervivencia con besitos. Perdidos en la nieve, un chicarrón y una señorita que no tiene claro qué es lo que le gusta. Y la supervivencia en la montaña, que era la parte que a mí me interesaba. Supongo que a todos los hombres nos gusta imaginarnos en esas situaciones trascendentes y únicas donde la vida depende de la fuerza y de la habilidad para encender fuego. Pero solo imaginárnoslo, de ahí el éxito de esa clase de realities televisivos. En los cines del Puerto de Sagunto, vi "Blade Runner 2049", la esperada secuela. Y me gustó bastante. La historia engarza bastante bien con la del 82. La distopía está tan bien dibujada como en aquella.

Guerra civil

Estaba charlando con mi tía. Vino su amigo Clemente Alonso, historiador . Quería saludarla y quería información. Es lo que tienen los historiadores jubilados. Eso me permitió saber algo más de las trágicas vivencias de mis abuelos maternos en aquel terrible verano del 36. Me bajé a la playa, pensando en aquella guerra, en esos días de sangre y de venganzas. El cuerpo me pedía leer algo al respecto. En el centro comercial de Águilas, aséptico, fresco, oscuro, compré “Perros que duermen” y “Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie”. La primera es una novela de Juan Madrid, el que pasa por ser uno de los buenos autores de novela negra española. No he leído demasiado de él poque no he leído demasiada novela negra. Lo lamento.  La historia transcurre en el Burgos del 38 y en los campos de concentración y de castigo de los 40. Hay un crimen, rodeado de crímenes, y un policía fascista, rodeado de fascistas, que investiga el asesinato de una niña marroquí y de su

Pelis del verano.

Reseño las pelis que hemos visto en Águilas. Con los niños fuimos a ver "Cars-3" y "Spiderman. Housecoming". En ambos casos, ninguna sorpresa. Pelis planas para acompañar las palomitas y las sodas. No había visto ninguna de la saga "Cars" y me entretuve disfrutando de la perfección técnica de los paisajes mientras coches que hacen de humanos idiotas corren, como los humanos idiotas. En lo que se refiere a la de Marvel, me enfadé un poco por la manera de presentar a nuestro superhéroe adolescente: digan lo que digan, el hombre araña nunca estuvo con los "vengadores", esos fascistas travestidos. Con los cuñados, fui a ver "Dunkerque". Como las pelis bélicas siempre casi siempre me gustan, me gustó. Nolan pasa por ser de los últimos directores interesantes de Hollywood y ha hecho una peli espectacular sin alejarse mucho de lo que debió pasar en aquellas playas. Los ingleses siempre han visto el mar como el viejo verso de Ferreiro: &q

La Mar de Músicas-3

La actuación que nos llevó a Cartagena fue la del tercer día. Merche quería ver a Pablo Milanés. Verlo, lo vimos de lejos. Porque solo quedaban entradas en el galllinero del auditorio "El batel", un edificio grande y feo como un barco de guerra de los que fondeaban allí. Oírlo, lo oímos bien y lo disfrutamos. Teniendo en cuenta la edad y la salud del cubano, yo me pensaba que habría algo de timo. Es decir, tres canciones para salir del paso y mucho protagonismo de las estrellas invitadas. Pero fue al revés, el viejo Pablo cantó mucho y bien y los invitados, cada uno una canción del repertorio del cubano. No es que me apasione el tipo. Pero como tantos otros, me sé alguna de sus canciones. Todas suenan bien, sin ripios. Todas traen el aire de aquella isla tan hermosa, de la que el artista lleva escapando toda la vida. Hubo sorpresita, porque uno de los artistas invitados, bajo otro nombre, era Víctor Manuel. Afortunadamente, solo cantó una canción con Pablo.

La Mar de Músicas-2

En el segundo día del festival tuvimos sesión doble. Primero, música chilena y después, flamenco. Conozco varios chilenos y a mi oido le encanta su acento entrecortado, a veces brusco, a veces suave. Junto con nuestro castellano del norte, el otro dialecto extremo y raro del español universal. Siempre recuerdo a Mónica acunando a Diego en Viena y cantándole canciones chilenas. Los chilenos eran Manuel García y Tita Parra. M.García es un cantautor que hace letras hermosas y suaves, muy digno y muy palabrero. No nos gustó demasiado. Tita Parra es la nieta de Violeta Parra, la chilena universal. Canta canciones de su abuela con mucho sentimiento. La mayor parte del público eran personas más mayores que nosotros, de los que lloraron con Violeta, con Víctor Jara, con Quilapayún, con la tragedia que vivieron los chilenos. A nosotros, nos sonaba todo un poco antiguo. La cuota flamenca la ponían Rosalía y el guitarrista Raül Refree. Todo sonaba muy bien; pero no sé de música lo suficiente

La Mar de Músicas-1.

En un texto de Galeano se habla de las tres ciudades: la abuela, la madre y la hija: Carthago, Cartagena y Cartagena de Indias, enlazadas en la historia, cada una en un lado de su mar. El viaje eterno hacia Levante. El viaje de la lengua española, que aquí sonaba a piedras y a madera vieja, y en América se hizo música grande, hermosa y universal como una mulata. Nos hemos venido a la Cartagena de España, al festival "La mar de músicas" , que precisamente se dedica a Latinoamérica. Hay cine, debates y sobre todo, conciertos. Ya sabéis que la música no es mi principal afición. Mis conocimientos son aún más limitados que mis gustos.  Pero el verano es lo que tiene... La primera actuación a la que asistimos fue la del grupo "Aterciopelados", es decir, Andrea Echeverri. Yo no los conocía; pero parece ser que son de lo mejor de Colombia desde hace muchos años. Hacen una mezcla de rock-punk y ritmos tradicionales colombianos. Letras dignas y música sugerente. Nos gus

Patria

Entretuve la corta convalecencia en Águilas con esta novela. Pensé en comprarla para regalársela a Antonio. Fue divertido ver que fueron Antonio y María Ángeles los que me la regalaban a mí.  Me conviene analizar dos aspectos distintos. El de “Patria” como novela y el de “Patria” como parte del relato histórico y político. Ambos aspectos se han entrelazado en la formidable campaña de promoción que le han hecho a la obra y en las excelentes críticas que ha recibido, en especial, en Madrid. Intentaré separar ambos aspectos, aunque sé bien que es un propósito ingenuo. “Patria” es una novela muy buena. Engancha desde el principio y es difícil dejarla, aunque preveas como acaba. Su cuidada arquitectura de flashbacks y cambios de puntos de vista para algunas escenas revela que detrás hay un escritor de verdad, que añade valor conforme avanza el relato. Los diálogos son coherentes con el diseño inicial de cada personaje. Frases cortas en capítulos cortos, protagonizados cada uno

Personal shopper.

Kristen Stewart fue la protagonista de la saga “Crepúsculo”, aquel producto sofisticado para chicas adolescentes. Había romances, misterio, estética gótica que los padres podían aceptar, tíos buenos y la Stewart para que las consumidoras se identificaran con ella. Éxito asegurado. Inevitablemente, recuerdo lo que le gustaban a la brujita aquellas películas. Así que, en cuanto empezó la peli, reconocí a la Stewart y advertí que la cosa iba del lucimiento de la chica. Interpreta a una “personal shopper” que trabaja en París. Perdió un hermano gemelo y espera que le mande una señal desde el otro mundo. Así que hay una trama estilo güija un poquito inquietante. Pero solo eso, un poquito. Porque la cosa se hace pesadota y predecible. A mí me entró un poquito de sopor cuando se ponen a recitar unos textos de Víctor Hugo (padre). Algo que no me pasaba desde “El perro del hortelano” de Miró. Me sorprende ver que la crítica le ha gustado bastante. Supongo que, omo en cualquier otro negoc

Pelis de mayo: "Quo Vado", Zweig, "Wilson" y "Cast away"

Para mi propia memoria, anoto las pelis que vimos en mayo. Quizá algún día consulte este blog-diario. A pesar de su final feliz, nos gustó “Wilson”, una tragicomedia sobre la soledad, el amor, el fracaso y el individualismo. Woody Harrelson lo hace bien, como casi siempre.  Viendo “Náufrago” (“Cast Away”) en la tele, comprendí que el verdadero protagonista no era Hanks, sino otro Wilson: la pelota, a la que el náufrago dota de vida para evitar la locura. He visto varias veces esa peli y cada vez me gusta más. Supongo que nos llamó la atención el cartel. O más probablemente, era la única que no había empezado cuando llegamos al cine. Porque siempre llegamos tarde. Así que vimos esta comedia facilona y ruidosa sobre estereotipos. Sobre los funcionarios italianos y sobre los italianos haciendo italianadas graciosas en el extranjero. A mí, no me parecieron demasiado graciosas. Ya hemos visto demasiadas bienvenidos al norte o al sur y demasiados apellidos manchegos. 

La carrasca hendida.

El 29 de junio de 1707, con los primeros decretos de Nueva Planta, los reinos de Aragón y de Valencia dejaban, legalmente, de existir. Aunque la derrota definitiva del reino de Aragón se produciría tres años después. Tras las victorias borbónicas en La Alcarria,   Zaragoza se rindió sin lucha a los felipistas el 4 de enero de 1711. Tras la derrota catalana, el decreto de Nueva Planta para el Principado, el 16 de enero de 1716, promulgaba la desaparición legal y definitiva de la Corona de Aragón, tras más de 500 años de historia. “Por justo derecho de conquista” aclaraban los decretos. La historiografía española olvidó hace mucho tiempo todo aquello. Hay que olvidar los pecados originales, supongo. El nacionalismo catalán, en cambio, necesita rememorarlo para llorar lo perdido, para justificarse. Aragoneses y valencianos quedaron, como siempre, a medio camino. No todos los aragoneses fueron austracistas; pero la mayoría lo fueron, por odio a los franceses, por los vaivenes de la gue

No voy a pedirle a nadie que me crea.

Cuando Miguel, en la Feria del Libro, me recomendó, al toque, esta novela, Premio Herralde del 2016, intuí que me iba a gustar. Y así ha sido. Desde las primeras páginas me atrapó y la he devorado en tres días. Y eso que intenté saborear poco a poco las frases, el vocabulario mexicano, las múltiples ironías encerradas en cada párrafo. Cualquier lector español debería leer en mexicano, para salir un poco de su ridículo ombligo y aprender un poquito de su propia lengua.  El autor Juan Pablo Villalobos lleva unos cuantos años viviendo en Barcelona, dedicándose a eso tan extraño y tan inútil de la teoría literaria. Y se retrata a sí mismo como protagonista improbable de una trama absurda que junta a mafiosos mexicanos con doctorandos latinoamericanos y prohombres catalanes de los del 3%. Usa el viejo truco de hacer aparecer a la propia novela dentro de la novela. Recuerdo lo que me impresionó en la adolescencia, “Papel mojado”, de Millás.  Después, aprendí que Cervantes tambi

Mobydick. El mal amor.

Ruzafa se ha ido convirtiendo en el barrio de moda en Valencia. Fue durante unos años el barrio central más degradado. Con muchos colores y olores. Pero llegaron los artistas, las barbas largas y los edificios se arreglaron y los alquileres subieron. Ahora hay restaurantes, estudios y tiendas pijas. Y también la Sala Russafa, donde programan teatro, danza y música en un pequeño escenario, para escolares por las mañanas y para clase media alta por las tardes.  Nosotros acudimos a ver este espectáculo de baile, que celebraba el día internacional de la danza, basado en la famosa novela de Herman Melville. Y nos gustó. Analizaba el amor posesivo y maltratador usando como referencia la obsesión del capitán Ahab por la ballena blanca. Sugerente motivo. La representación usaba una técnica poderosa y clara: tanto el personaje masculino como el femenino (agresor y víctima) estaban representados simultáneamente por el bailarín y por el actor que recitaba su papel. Nos gustó. No nos