Ir al contenido principal

Patria

Entretuve la corta convalecencia en Águilas con esta novela. Pensé en comprarla para regalársela a Antonio. Fue divertido ver que fueron Antonio y María Ángeles los que me la regalaban a mí. 


Me conviene analizar dos aspectos distintos. El de “Patria” como novela y el de “Patria” como parte del relato histórico y político. Ambos aspectos se han entrelazado en la formidable campaña de promoción que le han hecho a la obra y en las excelentes críticas que ha recibido, en especial, en Madrid. Intentaré separar ambos aspectos, aunque sé bien que es un propósito ingenuo.


“Patria” es una novela muy buena. Engancha desde el principio y es difícil dejarla, aunque preveas como acaba. Su cuidada arquitectura de flashbacks y cambios de puntos de vista para algunas escenas revela que detrás hay un escritor de verdad, que añade valor conforme avanza el relato. Los diálogos son coherentes con el diseño inicial de cada personaje. Frases cortas en capítulos cortos, protagonizados cada uno de ellos por los nueve protagonistas, miembros de dos familias vascohablantes originarias de un pequeño pueblo de Guipúzcoa. No parece que nada sobre ni falte. Buena novela para el verano para lectores que aspiren a leer literatura.


“Patria” se incorpora, se incorporará, a la batalla por el relato sobre lo que ha sido el-terrorismo-de-ETA-el-conflicto-vasco-el-maltrato-social-de-las-víctimas-la-represión-franquista-y-postfranquista-los-atentados-las-torturas. Y no se incorpora con un mensaje equidistante. Claramente, se pone en el lugar de las víctimas. Quiero decir, las víctimas de los atentados y del acoso social en los pequeños municipios de Guipúzcoa. Bittori, la viuda de un empresario asesinado en su localidad natal es la matriarca de la familia víctima. Los otros, el mundo abertzale, los victimarios, son representados a través de Miren, la matriarca de la otra familia. Que es una señora mandona y fanática, aunque cocine bien. Para la construcción del relato y la reparación de esas víctimas, la novela está bien. Pero como cualquier obra, no deja de ser una simplificación. Y pisando el terreno que pisamos, las simplificaciones son siempre discutibles. Aunque ya se sabe que mientras estás en una batalla, no hay que liarse mucho en las discusiones.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Presentes

Solamente existen dos cosas: la vida y la muerte. La muerte es el segundo principio de la termodinámica, dominante, omnipresente, invencible. La vida es la lucha absurda, desesperada, contra ese principio. Es la excepción, lo heroico, la guerra que se libra sabiendo que se va a perder. La vida son los pimientos de Padrón, mi sobrino saltando las dulces olas del mar Mediterráneo, Francella haciendo de Sandoval en un juzgado oscuro de Buenos Aires, mamándose como un boludo mientras tiene ideas deslumbrantes. A veces, hay más vida y a veces, hay más muerte. Últimamente, nosotros hemos tenido algo más de lo segundo. Murió un primo de Merche de Albacete. Tenía ilusión por viajar y por hacer fotos a la vida, mientras que el cáncer lo iba derrotando, después de una guerra de cinco años de tratamientos, pruebas, dolores, experimentos, viajes a Madrid, más contra experimentos y más dolores. Pero ese hombretón y su retranca seguirán viviendo. En los mejores diálogos de Muchachada Nui está su c...

Vasil (2)

Vasil (Iván Barneev), un migrante búlgaro, llega a Valencia. No tiene donde dormir. Un jubilado de buena posición social (Karra Elejalde) le acoge en su casa. Para asombro de la hija del jubilado (Alexandra Jiménez), establecen una estrecha relación. Y eso que el padre es más bien rancio. Tienen una afición en común: el ajedrez. Hay largas conversaciones vespertinas, a modo de samar , ciertas desconfianzas; pero son, ante todo y sobre todo, dos seres humanos buscando la humanidad en el otro, en los otros. Con este planteamiento tan sencillo, Avelina Prat construye una película agradable, un poco lenta; pero que deja cierta sensación de paz en el alma. Y siempre nos gusta ver imágenes de la ciudad del Turia.  El planteamiento me llegó a lo hondo. Era inevitable pensar en nuestro amigo búlgaro D, al que también dejaron caer en Valencia hace muchos años y que salió adelante a base de esfuerzo y bonhomía. La directora basó la historia en hechos reales. Me pregunto si conoce a D. Aunque...

Número 24

Benjamín, que sabe que me gustan las pelis sobre la Segunda Guerra Mundial, me avisó de que hacían esta noruega en Netflix. Supongo que la plataforma va repartiendo el presupuesto por países, para tener a todos los consumidores contentos. ¿Quién dijo que el nuevo tecnofeudalismo era antipático? Vi "Número 24" en una noche tristona y solitaria de este enero solitario y tristón. Lara  y Bimba dormían en sus casitas, felices. Merche dormía arriba, inquieta y preocupada. La estufa iba a lo suyo: a veces, locuaz y naranja y otras veces, oscura y tímida. Y yo, entre pelis, series y vídeos de Youtube  me iba acabando el excelente ron dominicano Matusalem que trajo mi cuñado para las lifaras navideñas.  La peli, parsimoniosa y lenta, cuenta las hazañas de  Gunnar Sønsteby,  uno de los líderes de la resistencia noruega contra los invasores alemanes. La historia transcurre en dos planos históricos: durante la guerra y cuando el anciano Gunnar, una gloria nacional, an...