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Mostrando entradas de 2012

Museos de Berlín (final)

Autor: José María de Jaime Lorén La Universidad Humboldt Es todo lo que pudimos ver en una tarde y una mañana larga. No da para más. Nos quedaron cosas por las que teníamos interés, como el Museo de Historia de la Medicina, pero estábamos cansados y preferimos ver la ciudad en un autobús turístico. Ojo que son pocos los que dan las explicaciones en español y hay que preguntar antes de montar, pero luego vale la pena bien sentados ir conociendo otros aspectos de la ciudad. Sobre la cocina alemana apenas podemos decir nada. Como nos acompañaba casi siempre Pilar, acabábamos comiendo en kebabs o en conocidas hamburgueserías, exactamente igual que en Valencia o en Calamocha. Sólo un día pudimos degustar unas salchichas alemanas típicas. También vale la pena darse un garbeo andando por Unter den Linden, la célebre calle de los Tilos cantada por Marlene Dietrich que unía los grandes palacios con el Tiergarten, el gran parque con sus canales enclavado en el mismo centro de

Museos de Berlín (3)

Pero la joya la constituye el Neues Museum que alberga el Agyptisches Museum, y bien que lo saben los alemanes pues es de los que cobran un suplemento para su visita. Lo de menos son los numerosísimos sarcófagos donde conservaban los cadáveres momificados de los principales faraones, ni la multitud de relieves o bajorrelieves, pequeños templos, miniaturas y otras piezas. La estrella allí es, ya lo hemos dicho, el busto de Nefertiti, conocido y repetido hasta la extenuación en guías y obras de arte egipcio. La extraordinaria belleza de esta mujer reina en Museumsinsel. Y eso que no se ha librado de la polémica. Hay quienes sostienen que nada tiene que ver con el antiguo Egipto de los faraones, que se trata de una obra moderna. Sin embargo, el hecho de hallarla junto a auténticas piezas de la época y, precisamente, en el taller de un escultor, abona la idea de que era un modelo, una maqueta para realizar con la misma una escultura de las colosales dimensiones que manejaba esta civil

Museos de Berlín (2)

Ciudad de museos Pero Berlín tiene a gala ser la ciudad de los museos. Y es cierto, porque las guías hablan de más de seiscientos en el núcleo urbano. Como el turista dispone de poco tiempo, se impone la selección. Los germanos que lo tienen bien previsto, tienen los más selectos en Museumsinsel, la isla de los Museos. Todo a mano, junto a la catedral principal. Los precios de las entradas no son baratos. Nada en Alemania lo es. Pero existe la posibilidad por 19 euros de visitar prácticamente cualquier museo en el plazo de tres días. Es lo que recomendamos. Entre otras cosas para evitar las colas que se forman para sacar entrada en los más visitados. Algunos de éstos, exigen pagar además una sobretasa. Vuelta a hacer cola. El que suscribe, poco dado a estos ejercicios de paciencia y menos cuando es turista, consiguió el ticket adicional en el mismo museo donde había sacado el primer pase donde no había gente esperando. Es decir, que antes de hacer una cola, allí son monume

Museos de Berlín (1)

Un buen amigo de este blog,  José María de Jaime Lorén, nos envía una crónica de sus visitas a los museos de Berlín, que publicaremos en varias entregas: El pasado día 6 de diciembre, exactamente a las 11’30 de la mañana, se cumplió el primer centenario del hallazgo de una de las piezas arqueológicas más bellas del antiguo Egipto de los faraones. El busto de Nefertiti, esposa del faraón Akenatón. Con este motivo hay actualmente una exposición magnífica en Berlín que recuerda este descubrimiento. Como hace apenas un mes tuvimos oportunidad de visitar esta ciudad, queremos aprovechar para dejar aquí algunas reflexiones sobre el viaje, sobre sus museos y por extensión sobre los alemanes. El motivo del desplazamiento era fundamentalmente familiar, nuestra hija Pilar está cursando este año allí 5º de Medicina, y fue ella quien se brindó a mostrarnos la ciudad. Para sus padres imposible mejor cicerone. Pero para quienes no tengan esta suerte, indicar que en la plaza de Brandeb

Jackie Brown

Recuerdo perfectamente la primera vez que vi esta peli. Fue en pantalla grande. Con dos amigos que habían visto bastante más cine que yo. Tarantino era el director de moda entonces. “Reservoir dogs” (1991) y “Pulp fiction” (1994) le habían gustado a todo el mundo y supongo que fuimos con ilusión a este estreno, que no nos defraudó. Algún tiempo, después, veríamos otra, en la que Tarantino fue productor: “Abierto hasta el amanecer” (“From Dusk Till Down”, 1996) pero esa boutade ya no gustó tanto a mis colegas. Este finde,   la pusieron   en la tele, en “Paramount Comedy” y no pude evitar quedarme en el sofá. Y me vi atrapado por lo mismo que la primera vez: Pamela Suzette Grier, la protagonista. En la peli hay bastantes cosas interesantes: el ambiente sórdido y cutre alrededor de los malos, la técnica narrativa de repetir la escena desde puntos de vista de diferentes personajes,   un argumento que gira alrededor de un cambiazo ingenioso (y a mí eso me gusta). Pero, en mi opini