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Mostrando entradas de septiembre, 2013

Red de mentiras (Body of lies)

Cuando el mundo era una gran partida de ajedrez, todos, hasta el más tontico, podían opinar sobre las blancas y las negras. En última instancia, cada pequeña guerra, cada atentado, cada invasión, cada genocidio, se podían explicar en base al gran juego entre el Kremlin y Wall Street. Rambo ayudaba a los islamistas y el Che a los guerrilleros de Laurent-Désiré Kabila. Y cada cierto tiempo, los milicos volteaban un Allende. Pero cuando cayó el muro, la partida de ajedrez se convirtió en una gran partida de póker. Hay un jugador con un stack enorme, los USA, el policía global. Y muchos otros jugadores , que se atacan entre ellos (persas contra árabes, chiitas contra sunitas, kurdos contra alauitas, armenios contra azeríes, palestinos contra todos…). Y ese caos, ese havoc , como dirían en inglés, es imposible de entender.  De vez en cuando, alguno de esos jugadores, ataca al gran Minotauro, como ocurrió hace ahora doce años. Empezaba el mundo nuevo. El mundo global y sus guerras

The Way (2010)

Sant Jean de Pied de Port, Donibane Garazi… ¡Cuántas veces he pronunciado ese topónimo con deleite de lingüista! San Juan de Pie de Puerto, la capital de la Baja Navarra, siempre mirando al sur, hacia los Pirineos. San Juan es precisamente una de las puertas de la muralla y por ello, los caminos de Santiago del occidente francés afluyen a ella, para cruzar Roncesvalles-Orreaga. Los del sur, desde la Provenza e Italia, cruzan por la otra gran puerta: Somport, el summun portus aragonés. El obispo Teodomiro y Alfonso II tuvieron una brillante idea hace más de mil años. La corriente que, desde siempre, había llevado a los celtas hacia el fin del mundo, siguiendo al sol, arrastró a artesanos, campesinos, prostitutas y anacoretas hacia la improbable tumba del santo. Y los reinos hispánicos se poblaron y crecieron. En las huellas de aquellas gentes nacían ciudades y estados que cambiarían el mundo. Se construyeron puentes y catedrales, que aún hoy asombran. Siempre hacia occidente.

La bicicleta verde. Wadjda.

Para celebrar el final de las vacaciones, fuimos a ver esta coproducción germano-árabe. Todo el mundo hablaba bien de ella y nos gustó. Al parecer, se trata de la primera película producida en Arabia Saudí (un país donde no hay salas de cine). Lo interesante del asunto es que es una peli hecha por una mujer (Haiffa al-Mansour), y  que trata sobre mujeres. Eso tiene su importancia, porque inevitablemente la historia muestra la situación femenina en el país de origen del islam. La narración funciona perfectamente, apoyándose en las dotes interpretativas de la protagonista, la joven debutante Reem Abdullah y en la relación madre-hija, con una hermosísima Waad Mohamed como esposa relegada. Pienso al escribir esto en la belleza de las mujeres árabes y en su condición de ciudadanas de segunda. Ironías de la historia. En otras circunstancias, tras la descolonización del XX, la península arábiga hubiera quedado como un rincón despoblado e insignificante. Y los grandes países islámicos (T