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Mostrando entradas de junio, 2013

"Bostezo": Valencia y (p)resentimiento

Se ha publicado el último número de la revista de arte y pensamiento “Bostezo” . Y una revista cultural en formato papel que llega a los ocho números en estos tiempos del todo gratis es algo a tener en cuenta. “Bostezo” ofrece una maquetación cuidada, un sutil equilibrio entre contenidos (política, economía, poesía, literatura, arte) y varias secciones fijas: “Batiscafo”, su suplemento literario, “Bostezo visual” y la recién inaugurada “El Bostezo del futuro”, un noticiario absurdo fechado en 2042. “Bostezo” hace números más o menos monográficos. Este último lleva el título “Valencia y (p)resentimiento”. Ahí es nada. La catástrofe social y política ocurrida en esta tierra necesita explicaciones, razonamientos,   que vayan más allá de las guillotinas. Al fin y al cabo, hemos sido nosotros los que les hemos votado durante todos estos años. Hemos sido nosotros los que nos hemos desindustrializado. Hemos sido nosotros los que hemos permitido que toda esta vergüenza ocurriera. De

Mi encuentro con Marilou (Bienvenue parmi nous)

En “El mito de Sísifo”, Camus sintetiza lo absurdo de la existencia humana: “No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio.” Bonita frase para adolescentes. En cuanto empezó la peli, esa frase empezó a rondar por mi cabeza. Y no porque fuera tarde. Ni porque fuera una peli francesa autocomplaciente y lenta. Ni tampoco porque el francés rápido y entrecortado no se entendía sin subtítulos. Sino porque todas las pistas que nos va dando la historia de ese pintor deprimido y triste conducen hacia ese supremo acto final de libertad. “ Y el último cartucho lo guardó en el paladar” , canta el grupo aragonés Ixo Rai en la historia de Francho Blas. La peli tiene un buen comienzo. Pero cuando se va a meter el tiro, aparece una linda morenita y al viejo le entra la ilusión por vivir. Y todo se desdibuja. Demasiado predecible, y por tanto, demasiado increíble. Es la vieja historia de la pareja improbable y del sentido de las cosas, y de la vida que encuentra, a p

Informe mongolia: "Papel Mojado"

Ya reseñamos aquí la revista Mongolia. Se trata de una publicación mensual en formato grande, de edición cuidada, con parodia y un humor político que juega constantemente con lo absurdo. Se podría pensar que no tiene mucho mérito,  ya que si algo caracteriza a este Fin de régime es la ruptura de todas las reglas, incluyendo las de la lógica. Mongolia trae todos los meses una sección titulada Reality news, con el aleccionador aviso: "Si se ríe a partir de aquí, es cosa suya". Este libro de la editorial Debate recopila y reelabora varias entregas que han salido en esa sección acerca de la crisis de la prensa tradicional española. Concretamente de cuatro medios: "El País", "El Mundo", "La Vanguardia" y "Público" (QEPD). Y los tipos saben de lo que hablan, ya que varios miembros de la redacción de Mongolia proceden de este último periódico. O sea, que hay algo de resentimiento flotando en el ambiente (y supongo que sueldos sin cobrar). L

Barbara

En los primeros 70, mis tíos hicieron un largo viaje por Alemania y los países nórdicos. Se me hace difícil imaginar a unos españoles de clase media circulando en aquellos tiempos por países donde los únicos compatriotas eran los de la movilidad laboral exterior, tal y como diría la actual menistra de trabajo, la que nunca ha trabajado. Aquel viaje les dejó honda huella.  Y a través ellos, a mi. Recuerdo a mi difunto tío hablándome de las solitarias calles del Berlín oriental, del muro, de las torretas, de los disparos que oyeron una noche. Supongo que en su percepción se mezclaba el aprendido rechazo por el comunismo con cierta admiración por la fuerza y la brutalidad de los regímenes dictatoriales, como la RDA, el nazismo o la España de Franco: esa anomalía histórica de la que procedían. Para el sobrino que le escuchaba embelesado, todo aquello no eran más que historias bélicas. Así que siempre que veo o leo algo sobre la Alemania oriental, recuerdo aquellas historias. La peli trat

La cocinera del presidente (Les saveurs du Palais).

Nos decepcionó esta peli y eso que fuimos adrede a la sesión golfa de los D'Or. Podría haber sido un homenaje visual a una de las facetas más brillantes de la cultura francesa: su cocina. Podría haber funcionado como metáfora de la gran política y de la pequeña política: las cuchilladas dentro del Elíseo o entre ocupantes de la Moncloa: es decir, el celebérrimo " Agáchate, que vienen los nuestros ", de Pío Cabanillas padre. Podría haber tratado con más profundidad el cambio que supone para la protagonista ir a París desde su Périgord rural. Francia, Francia, el país más hermoso de Europa, a pesar de París, a pesar de los franceses. Pero no hay casi nada de eso en la peli. Después de un buen comienzo, se pierde en vueltas y revueltas. Y no me creo a la protagonista Frot. Todo el mundo sabe que los buenos cocineros son gordos y borrachos y llevan la camiseta sucia. Casi me duermo en el cine, soñando con pulardas rellenas de trufa, recordando con placer los vinos y lo