Ir al contenido principal

Kaputt (1944).

El mal se desató sobre Europa. Ocurrió. Y volverá a ocurrir. El mal tenía varios nombres propios: fascismo, nazismo, stalinismo, xenofobia, odio, venganza. Fue el mal absoluto. Que ahora vuelve maquillado, a lomos de Facebook y Twitter y de las fake news. El mal que gobierna Hungría, Polonia, y que va a sacar un montón de diputados en la Carrera de San Jerónimo el próximo domingo. Hace años, leí el siguiente párrafo, reseñado, creo, por el gran Manu Leguineche:

"El pueblo croata-aseguró Ante Pavelich- quiere ser gobernado con bondad y con justicia. Y yo estoy aquí para garantizar esa paz y esa justicia. Mientras decía eso yo contemplaba un cesto de mimbre, colocado sobre la mesa del despacho, a la izquierda del poglavnik. El tapetito que lo cubría estaba un poco levantado, permitiendo ver que el interior estaba lleno de frutos de mar, (...)
- ¿Son ostras de Dalmacia? (...)
Pavelich alzó la servilleta que cubría el cesto y, mostrándome (...) aquella masa gris y gelatinosa, me contestó con su habitual, bonachona y cansada sonrisa:
- Es un regalo de mis fieles ustachi. Son veinte kilos de ojos humanos".

Franco dio cobijo a Pavelich en 1957. Está enterrado en una bonita tumba en Madrid.

Le dije a mi cuñado que este libro barato, de bolsillo, de la vieja colección Reno de Plaza y Janés, era lo mejor que tenía en su biblioteca. Y la he leído con un placer triste y cansado en las noches de este otoño caluroso.

Malaparte, ese superviviente astuto y refinado, nos cuenta sus viajes y crónicas de la Europa en guerra, los ricos banquetes regados por vinos excelsos, las conversaciones en francés entre diplomáticos en Alemania, en Italia, que saben que la guerra está perdida porque los americanos han desembarcado en África, sus juergas en Finlandia con Foxá (del que leí hace muchos años "Madrid, de corte a checa". También nos cuenta el olor de la muerte en Ucrania, en los progromos en Moldavia, en los frentes de Laponia. Los caballos muertos, los perros muertos, los jóvenes bávaros y tiroleses muertos. Nos cuenta el horror y el sacrificio del chivo expiatorio que seguimos incubando, que volverá más pronto o más tarde.

"-Kaputt es un vocablo alemán que proviene del hebreo kopparoth, que significa víctima. (...) Usted no debe olvidar que todos estamos destinados un día a ser kopparoth, víctimas. (...)
-Vous  avez reçu une très mauvaise éducation, Louise" conversan Curzio y Luisa de Hohenzollern, sobrina del depuesto Kaiser.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Asesinato en el campo de golf.

La realidad siempre supera a la ficción. Ni el mejor Azcona podría haber imaginado la boda cortesana del otro día ni el más inspirado Berlanga, rodarla. Fue una inundación de imágenes ridículas, un tsunami de mal gusto, una representación prodigiosa y completa de todo lo vano y risible de nuestra sociedad. Dicen que el humor siempre ha de apuntar hacia adentro y hacia arriba y apuntar bien la pistola es difícil; pero las imágenes que, como huesos, tuvo a bien echarnos la tele de Ayuso eran una diana gigantesca, grande como un océano de paradojas. Dispararas donde dispararas, acertabas. NO piensen que les deseo unos tiros o unas bombas a los convidados. Sobre eso, volveré más adelante. Al revés, hay que agradecerles a todos que acudieran disfrazados a la iglesia de San Francisco de Borja para alegrarnos la vida y recordarnos, con humor y gracia congénita, cuán estúpido es nuestro reino y cuán absurda es la existencia humana. Dios, gracias por el fuego y por el humor. Semejante orgía de

El niño que miraba al mar (Luis Eduardo Aute)

Tomás, compañero y sin embargo, amigo, me manda esta fervorosa reseña del concierto que compartimos la semana pasada: ¡Aute sigue en plena forma! Será porque nos mentalizamos para un homenaje al maestro, al que suponíamos agostado, será por envidia; pero es lo primero que me sorprendió de un concierto vibrante de música, letra y ritmo. Fue en La Rambleta, en Valencia el 28 de noviembre. Aute ya tiene 71 años, nunca ha exigido mucho a su voz y las mesas de mezclas hacen maravillas, pero todo eso no desmerece que sonó limpio e intenso. Uno no puede menos que preguntarse cuál será el secreto de su vigor, y cómo aplicárselo. Cantó las canciones de su último disco “El niño que miraba el mar” y algunas de sus discos anteriores, ya 46 años componiendo. Al final del concierto se centró en las históricas las de los 70 y 80 después de haber amagado tres veces con terminar e irse. Total 3 horas sin descanso. Se hicieron cortas. Le acompañaron tres músicos muy buenos, incluido s

Informe mongolia: "Papel Mojado"

Ya reseñamos aquí la revista Mongolia. Se trata de una publicación mensual en formato grande, de edición cuidada, con parodia y un humor político que juega constantemente con lo absurdo. Se podría pensar que no tiene mucho mérito,  ya que si algo caracteriza a este Fin de régime es la ruptura de todas las reglas, incluyendo las de la lógica. Mongolia trae todos los meses una sección titulada Reality news, con el aleccionador aviso: "Si se ríe a partir de aquí, es cosa suya". Este libro de la editorial Debate recopila y reelabora varias entregas que han salido en esa sección acerca de la crisis de la prensa tradicional española. Concretamente de cuatro medios: "El País", "El Mundo", "La Vanguardia" y "Público" (QEPD). Y los tipos saben de lo que hablan, ya que varios miembros de la redacción de Mongolia proceden de este último periódico. O sea, que hay algo de resentimiento flotando en el ambiente (y supongo que sueldos sin cobrar). L