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Maus (Art Spiegelman)

Soy uno de esos tipos que, de vez en cuando, mete baza en los grupos de Whatsapp para avisar de que algún mensaje es un bulo. Obviamente, lo hacemos por vanidad, para demostrar que somos más listos o estamos mejor informados. Me consuela pensar que alguna vez habrá sido útil y alguien habrá aprendido que difundir noticias falsas es malo, azuza odios y prejuicios que solo pueden traer futuras desgracias. Muchos bulos pretenden desacreditar a los colectivos más indefensos: los migrantes, los diferentes, los distintos, los pobres; pero también al sistema, a la democracia liberal, esa que todos criticamos pero que nos protege a todos. El odio se disfraza de pueblo, de verdad y hay malos muy malvados sedientos de sangre, en alguna oficina o en algún club de tiro, esperando la gran revancha. La historia se repite, "Those who cannot remember the past are condemned to repeat it" decía el profesor George Santayana.

Como recuerdo del viaje a Cagliari, me traje una versión en italiano de "Maus", la célebre novela gráfica que cuenta las terribles vivencias del padre del autor, Vladek, durante el holocausto. Judíos, gitanos, homosexuales, diferentes... fueron exterminados como ratas. Fue la consecuencia última de los odios y de los prejuicios acumulados por los nacionalismos centroeuropeos del XIX y el XX. Como ratas los dibuja Spiegelman. Los alemanes y austríacos ("tedescos" en mi versión) son los gatos cazadores. Los polacos son representados como cerdos. No hay que olvidar que en la gran matanza no solo participaron los nazis alemanes: húngaros, croatas, polacos, ucranianos, lituanos.... todos dieron rienda suelta al antisemitismo y la xenofobia mamada durante generaciones...

La historia transcurre en dos momentos: los recuerdos del joven Vladek y los primeros años 90, donde Vladek empieza a chochear y el dibujante tiene que resolver como ocuparse de su padre anciano. Leí con facilidad el italiano y disfruté cada página de este clásico del cómic durante los meses de mayo y junio.

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