Distinguiréis a los ludópatas porque están convencidos de que tienen un método para ganar. Ven a los demás como estúpidos que, teniendo la fortuna a mano, no quieren cogerla o no quieren prestarles dinero para aplicar su método que les sacará de la mala racha. Pobres iluminados. Felices para siempre en su alucinación matemática. Marionetas febriles y desnudas. Había visto esta novelita de 1994 en las estanterías de Merche y no había encontrado el momento para leerla hasta ahora. Y la he disfrutado mucho. Raúl del Pozo (escritor, periodista, columnista) debutó como novelista con ella. Del Pozo sabe usar el lenguaje. Supongo que pertenece a una generación que sabía elegir las palabras, contar cosas, guardar la ropa y sobrevivir. La novelita juega con la jerga de los burlangas, los tahúres, los estafadores que viven de los ludópatas y son ludópatas a su vez. Vemos viejos policías que aún huelen al moho de la dictadura, vemos gente que se arrastra por una última moneda que malgastar, vemos...