La derecha va a ganar las elecciones del domingo, después de una durísima campaña electoral de casi cuatro años. Supongo que a los dueños del corral no les gustaba que hubiera un gobierno de coalición. Los carga el diablo. A los socialdemócratas de toda la vida los puedes controlar. Al fin y al cabo, vienen de buena familia, como nosotros. Pero cuando hay varias tribus sentadas en el consejo de ministros, puede pasar cualquier cosa. Les puede dar por hacer tontadas o incluso, leyes que beneficien a las mayorías. Y eso sí que no. La campaña contra el gobierno adoptó en seguida un viejo truco: el gobierno era el "sanchismo", algo que suena menos legítimo. El "sanchismo" es todo lo malo, todo lo que nos repulsa políticamente, como pagar impuestos, ver moros usando la sanidad pública, que la Unión Europea no nos dé la razón, o no poder emborracharnos antes de conducir. Así simplificamos y no tenemos que entrar a discutir datos. Si hacemos creer que el problema es Sánche...