Ir al contenido principal

El perdón.

La derecha va a ganar las elecciones del domingo, después de una durísima campaña electoral de casi cuatro años. Supongo que a los dueños del corral no les gustaba que hubiera un gobierno de coalición. Los carga el diablo. A los socialdemócratas de toda la vida los puedes controlar. Al fin y al cabo, vienen de buena familia, como nosotros. Pero cuando hay varias tribus sentadas en el consejo de ministros, puede pasar cualquier cosa. Les puede dar por hacer tontadas o incluso, leyes que beneficien a las mayorías. Y eso sí que no.

La campaña contra el gobierno adoptó en seguida un viejo truco: el gobierno era el "sanchismo", algo que suena menos legítimo. El "sanchismo" es todo lo malo, todo lo que nos repulsa políticamente, como pagar impuestos, ver moros usando la sanidad pública, que la Unión Europea no nos dé la razón, o no poder emborracharnos antes de conducir. Así simplificamos y no tenemos que entrar a discutir datos. Si hacemos creer que el problema es Sánchez, ese chulo desagradable con un apellido tan poco sofisticado, no tenemos que reconocer que el problema es la sociedad española y sus desigualdades y sus conflictos nacionales. 

Detrás de todo este ruido, está el gran elefante en la habitación: el viejo drama de la plurinacionalidad. Vox es, ante todo, una reacción nacionalista española ante el desafío del nacionalismo catalán. Por desgracia, al frente de ese nacionalismo español más radical y convencido, que mueve a varios millones de personas, se han puesto los de las sectas y los terraplanistas; pero la banderita en la pulsera les une. Al menos, de momento. Y por desgracia para el centro izquierda, sin el apoyo parlamentario de los independentistas no pueden hacer las tontadas o las leyes del primer párrafo. Y eso siempre lastrará su legitimidad. Con el presidente Sánchez o con la presidenta Díaz. 

Algún genio de taberna condensó ese pecado original en el eslogan "Que te vote Txapote". Breve, poderoso y vomitivo. Los nazis eran muy buenos creando esa clase de eslóganes: "Die Juden sind unser Unglück" o "Heim ins Reich".  García Gaztelu, "Txapote"  es uno de los más célebres criminales de ETA. Los tribunales lo declararon autor material de la muerte de Miguel Ángel Blanco (concejal del PP) y de Fernando Múgica Herzog (del PSOE y judío). La campaña electoral ha traído su nombre a la palestra pública y ha vuelto a remover el dolor de las víctimas. Algunas de ellas se han quejado, sin encontrar mucho eco. Los votos son los votos y te jodes. y ya te ajustaremos las cuentas a ti y a tu asociación cuando volvamos a controlar el BOE. Ya se sabe que la derecha española siempre ha tenido mucho estómago.

El dolor de las víctimas de ETA sigue ahí, junto a los dolores de todas las otras víctimas. Es una de las heridas sangrantes de la sociedad española (y de la sociedad vasca). ¿Qué se puede hacer ante tanto dolor, ante tanta ausencia? Al menos, no echar sal en la herida. La izquierda abertzale, que también ganará las elecciones del domingo, se pone de perfil siempre que puede. Quiere que el tiempo pase. La derecha española necesita a ETA. Por eso, la película "Maixabel" (2021) no gustó demasiado en algunos círculos de Madrid. Icíar Bollain logró retratar con enorme profundidad el proceso por el cual los etarras asesinos de Juan María Jauregui (del PSOE) pidieron perdón a su viuda Maixabel Lasa. La Portillo, el Tosar y el Olazábal están enormes. Yo me quedé profundamente impresionado y reflexioné sobre la venganza y el perdón. Al final de la película, los amigos de Jauregui (interpretándose a sí mismos) , entonan a modo de despedida fúnebre, "Xalbadorren Heriotzean" la que pasa por ser una de las canciones más hermosas compuestas en euskera. La gran Rozalén también la canta. Los de las pulseras no la escucharán nunca. Ellos se lo pierden.





Comentarios

ElSapo ha dicho que…
Parece mentira cómo se puede crear tanto relato, tanta humanidad y tanto cine con dos personas yendo un un coche sin saber qué decirse. Ese momento y el del homenaje, cómo Tosar se aparta de los amigos para arrimarse a la viuda. No hay palabras.
MiguelAngelMislata ha dicho que…
No. No hay palabras. Cine del güeno.

Entradas populares de este blog

A quiet place. First day.

Después de muchos descartes, me puse en la pequeña pantalla del avión esta peli del 2024. La señora francesa de la ventanilla veía "Dune" o algo así. Lo que me llamó la atención de "A quiet place. First day" fue el nombre de la protagonista: Lupita Nyong'o. Y acerté. Al menos con la chica, que también ha salido en la saga "Star wars". Sus grandes ojos brillaban en la semioscuridad del "Rio de Janeiro" de Iberia. Y me miraban a mí. Mientras veía esta peli de ciencia ficción-terror, me sentí triste; pero las pocas veces que la Lupita sonreía, me consolaba. Subí el volumen de los auriculares clase turista, como para acallar los pensamientos que iban y venían. Me sentía solo en ese avión atestado de gente cruzando el Atlántico y emitiendo muchos gases de efecto invernadero (la gente y el avión). Mis soledades y las soledades de la protagonista, juntos. Al menos, de vez en cuando, se adivinaba en su rostro aterrado una pizca de esperanza. La azafa...

Civil war

Como soy un tipo puntilloso e idiota, no puedo evitar que me crujan los oídos cuando oigo a un dominicano referirse a los estadounidenses como " los americanos ". Ya sé que ese gentilicio que llama a una parte con el nombre del todo es de uso habitual en nuestra lengua común. Pero me resulta especialmente extraño en la boca de los herederos de los primeros y genuinos " americanos ". Dicho de otro modo, si hay alguien verdaderamente " americano " son los habitantes de La Española, los del Este y los del desgraciado Oeste. La Hispaniola fue el primer campamento de aquella gesta prodigiosa, la primera casilla de aquel brutal juego de la oca en busca del oro y de las especias, el primer capítulo de una masacre colosal, la primera contracción de aquel parto con dolor, mucho dolor. Me temo que la mayor parte de mis paisanos, los godos, no saben dónde está la isla aunque hayan venido de viaje de bodas a Punta Cana. La Española es una de las islas hermosas en medi...

Periódicos en papel.

En mi infancia, hubo muchas cosas buenas: espinacas, coles y calabacines, ropa limpia y seca, longaniza hecha en casa, manzanas reinetas y naranjas de La Ribera, la tele a poco volumen y siempre, siempre, un periódico. En papel, obviamente. Al parecer, con cuatro años, yo ya leía la prensa. Miope niño precoz. Luego, aprendí a leer muchas veces. En Valencia y sus pueblos aledaños, había dos periódicos: "Las Provincias" y el "Levante". En "Las Provincias" escribía gente a la que no le gustábamos ni los niños inmigrantes ni los niños que hablaban en valenciano. En el "Levante", el periódico que siempre había en los bares, escribía gente a la que no le gustaba "Las Provincias".  Mi padre se hizo más cosmopolita y empezó a comprar "El Mundo" porque le gustaba a mi abuelo. Por aquel entonces, "El Mundo" hacía todo lo que sea necesario para echar del poder a Pedro González, un señor que estuvo muchos años de presidente. Apr...