Todo indica que la extrema derecha logrará muchos asientos en las próximas elecciones europeas. Las derechas tradicionales tendrán que dejar de ignorar a la serpiente que hay encima de la mesa. Los alemanes saben que la historia rima, se acuerdan de Von Papen y de Schleicher y son más prudentes. Pero aquí, en nuestra pequeña aldea, los madrileños piensan que se puede poner una vela a Steve Bannon y otra a Marcial Mariel sin que pase nada. Error: los que realmente mandan, los cambiarán por otros guardianes más despiadados sin la más mínima duda. Y los nuevos guardas harán lo que sea necesario. Ya lo hicieron en el pasado y lo repetirán en la distopía que nos espera. Durante 60 años y debido a la amenaza de los tanques rusos y gracias la mantequilla yanqui, Europa vivió un largo consenso: la socialdemocracia no ponía en duda la economía de mercado y la democracia cristiana no cuestionaba los impuestos y el estado benefactor. Pero el mundo siguió creciendo (al fin y al cabo, es un gl...