Ir al contenido principal

Pelis en navidades.



Las vacaciones navideñas nos permitieron ir al cine y disfrutar con tres pelis. Muy diferentes; pero recomendables las tres.

La primera fue "Trash, ladrones de esperanza", la historia de unos Meninos da Rua brasileños que encuentran en el basurero en el que y del que viven una cartera. El interés de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, esos que velan por los derechos de todos, por la cartera, les lanza a la búsqueda de un tesoro evidente. Mucho mensaje social, mucha emoción (como en todas las películas de buscar tesoros), un poquito de violencia y bastante buenismo. Es decir, como me comentó una amiga, "Cidade de Deus" edulcorada con "Slumdog millionarie". El Martín Sheen haciendo de cura cooperante con problemillas con el alcohol, me encantó. Salimos del cine contentos. Hace diez años, la peli hubiera quedado muy lejana a los espectadores españoles. Pero hoy en día también tenemos expertos medioambientales venidos del Este, viviendo de los contenedores de basura y sabemos que, como en la peli, los políticos en el poder, como el actual presidente del gobierno, Mariano Rajoy, cobran comisiones en dinero negro en sobres. Al menos, la peli acaba bien. Nadie sabe como acabará esta otra.

La segunda fue "Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?" (Qu'est-ce qu'on a fait au Bon Dieu?). La comedia sobre la integración que ha tenido tanto éxito en Francia. La familia Verneuil, de Chinon, en la hermosa ribera del Loira, tiene cuatro hijas (cuatro bombonazos, por cierto). Y las tres primeras se han casado con franceses "raros" (un judío, un moro y un chino). Así que la cosa da para mucha risa, como todas las pelis sobre arquetipos. Y si no que se lo digan a Borja Cobeaga y Diego San-José, los de los apellidos vascos. La peli se hubiera borrado pronto de mi memoria, si no hubiera sido por los trágicos acontecimientos de la semana pasada. Igual que pasó aquí en el 1977, unos fanáticos descebrados han vengado las ofensas a su Alah. Si te ríes de mi superhéroe, te mato en su nombre.

Y de pronto, hemos visto que la corrección política de la peli queda en entredicho. Entre los 20 y 30 millones de musulmanes europeos, hay unos cuantos que no aceptan la separación de la religión y el estado y que van a hacer todo lo posible por cambiar nuestra sociedad. Y todo parece que lo están consiguiendo. Con la colaboración de los que iban en la cabeza televisada de la mani de París.

La tercera peli ha sido "Leviatán". Un dramón ruso que transcurre en las hermosas playas del mar de Barents. Vemos como la fatalidad se ceba con Kolia, el protagonista. También vemos que los rusos beben como ningún otro mamífero podría hacerlo; pero eso ya lo sabíamos de cuando estuvimos en Vyborg.

El título hace referencia a la célebre metáfora de Thomas Hobbes; pero el cacique del pueblo no es el único problema de Kolia. La peli debe ser muy buena porque estuvimos aguantando más de dos horas de desgracias y no nos dormimos. Un sutil mundo de sombras y de anhelos subyace bajo la trama. No sé explicarlo bien; pero volvimos a casa un poco más humanos, un poco más sabios.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Asesinato en el campo de golf.

La realidad siempre supera a la ficción. Ni el mejor Azcona podría haber imaginado la boda cortesana del otro día ni el más inspirado Berlanga, rodarla. Fue una inundación de imágenes ridículas, un tsunami de mal gusto, una representación prodigiosa y completa de todo lo vano y risible de nuestra sociedad. Dicen que el humor siempre ha de apuntar hacia adentro y hacia arriba y apuntar bien la pistola es difícil; pero las imágenes que, como huesos, tuvo a bien echarnos la tele de Ayuso eran una diana gigantesca, grande como un océano de paradojas. Dispararas donde dispararas, acertabas. NO piensen que les deseo unos tiros o unas bombas a los convidados. Sobre eso, volveré más adelante. Al revés, hay que agradecerles a todos que acudieran disfrazados a la iglesia de San Francisco de Borja para alegrarnos la vida y recordarnos, con humor y gracia congénita, cuán estúpido es nuestro reino y cuán absurda es la existencia humana. Dios, gracias por el fuego y por el humor. Semejante orgía de

The royal game.

La famosa "Novela de ajedrez" de Stefan Zweig suele ser la primera obra literaria que cualquier lector occidental citará en relación al juego-ciencia. La imagen social del ajedrez, o mejor dicho, de los ajedrecistas, ha sido muy influida por esta novela breve. Muchos críticos la consideran la mejor obra del austríaco. Yo prefiero "Momentos estelares de la humanidad".  Zweig publicó "Novela de ajedrez" en 1941, durante su exilio brasileño. Se suicidaría poco después, desesperado ante los continuos triunfos nazis. Hace muchas vidas, vimos la peli " Farewell to Europe " sobre los últimos años del gran escritor.  Un trasunto del mismo Zweig, el misterioso doctor B. viaja en un transatlántico Nueva York-Buenos Aires. A los ajedrecistas, este planteamiento les traerá a la memoria las célebres olimpiadas de 1939, después de las cuales, varios jugadores europeos decidieron quedarse en Argentina. El doctor B. fue detenido por los nazis después del Anschlu

El niño que miraba al mar (Luis Eduardo Aute)

Tomás, compañero y sin embargo, amigo, me manda esta fervorosa reseña del concierto que compartimos la semana pasada: ¡Aute sigue en plena forma! Será porque nos mentalizamos para un homenaje al maestro, al que suponíamos agostado, será por envidia; pero es lo primero que me sorprendió de un concierto vibrante de música, letra y ritmo. Fue en La Rambleta, en Valencia el 28 de noviembre. Aute ya tiene 71 años, nunca ha exigido mucho a su voz y las mesas de mezclas hacen maravillas, pero todo eso no desmerece que sonó limpio e intenso. Uno no puede menos que preguntarse cuál será el secreto de su vigor, y cómo aplicárselo. Cantó las canciones de su último disco “El niño que miraba el mar” y algunas de sus discos anteriores, ya 46 años componiendo. Al final del concierto se centró en las históricas las de los 70 y 80 después de haber amagado tres veces con terminar e irse. Total 3 horas sin descanso. Se hicieron cortas. Le acompañaron tres músicos muy buenos, incluido s