Por seguir con el tema, la última
peli que fuimos a ver también apoyaba en el Holocausto parte de su argumento.
Una profesora de secundaria (interpretación excelente de Ariene Ascaride) ha de
lidiar con una clase de adolescentes rebeldes y con graves problemas de
identidad cultural. O sea, lo normal en un instituto de las periferias
francesas. Para motivarles, los apunta a un concurso sobre el
Holocausto. En el aula han convivir inmigrantes de segunda y tercera generación
de varios orígenes y se discute a menudo sobre llevar velo o quitarse los
auriculares. Así que la profe les obliga a plantearse cuestiones sobre el
neofascismo presente en las sociedades europeas, sobre el colaboracionismo
francés “pero si se supone que nosotros éramos los buenos”-dice uno de los
chavales al conocer la verdad- y sobre la maldad terrible del nazismo y sus
socios.
Aunque el planteamiento promete,
la peli se va haciendo aburrida. El final, como en todas las pelis de
profesores de secundaria y adolescentes problemáticos, es previsible y falso.
Me quedó una sensación de que no habían aprovechado bien las ideas de partida,
que creo que proceden de una novela. Así
que solo se la puedo recomendar a los del oficio, que llorarán emocionados
cuando reconozcan a una colega motivada y eficiente.
En alguna de mis asignaturas,
hace muchos años, hice que algunos chicos se leyeran algún libro de Primo Levi,
no recuerdo cuál. Espero que a los que realmente se lo leyeran, les haya
servido para comprender mejor los mecanismos de aquel mal absoluto. Que en las elecciones que van a tener que
hacer como ciudadanos-consumidores de una Europa en pleno proceso de
descomposición, acierten.
Comentarios