La larguísima hegemonía política de la derecha en Valencia dio para mucho: para la desindustrialización de todo el país, para la pérdida del sistema financiero, para el deterioro de lo público y para innumerables episodios de saqueo. Pero quizá lo peor de todo fue que la sociedad valenciana se hizo más rancia y más triste. Tradicionalmente, lo "valenciano" era lo cómico, lo paródico, lo irreverente. La ciudad del Turia (la grande) fue durante siglos, la de los comediantes anticlericales, la de los artistas rebeldes y creativos, la de la alegría de los bajos y del alma, en contraposición a lo castellano y sus seriedades trascendentes y carcas. Pero durante las últimas décadas, las fallas se militarizaron aún más, Canal 9 era el NO&DO, el llamado bando "católico" del Partido ocupó cada espacio y se hizo el silencio. Un largo silencio. Ese luto callado y tristón solo lo rompieron algunos locos que vociferaban con mala baba. Sus censuras y sus hambres les co...