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Mostrando entradas de junio, 2018

"El último jedi" (penúltima entrega, de momento)

Mi sobrino me preguntó con su sonrisa pícara: “Entonces, ¿van a hacer una peli de estas, cada Navidad?”. En realidad, quería decir lo siguiente: “¿Cada Navidad me vas a llevar al cine y me vas a comprar palomitas y una fanta de naranja?”. La respuesta es que sí lo haré. Aunque la saga se esté haciendo cada vez más aburrida y pueril y se parezca a un culebrón sin sentido. Y es que hay que llevar al cine a los muchachos, los sueldos de los ejecutivos de las multinacionales no se van a pagar solos. Lo llevé a ver la octava entrega de la serie (y segunda de la época Disney): un tostón edulcorado. Un Mark Hamill acartonado hacía de sí mismo (Luke Skywalker). La Carrie Fisher (Princesa Leia) ha envejecido mejor; pero intentaba moverse poco para no romperse. Hay muchas idas y venidas por el hiperespacio y algunos trucos con la fuerza; pero la cosa sigue decayendo. Y nuestra infancia “…a long time ago in a galaxy far, far away” Uno de las pocos temas que me interesan es cómo se han aña...

Novela negra en mayo.

Lamento no haber viajado más y no haber leído más novela negra. Lo primero es difícil de reparar. Tempus fugit. Respecto a lo segundo, se hace lo que se puede. En mayo, leí dos novelas que reseño juntas. Aunque sé que las comparaciones son odiosas. Antes de que le dieran el Princesa de Asturias, disfruté muchísimo “El hombre de los círculos azules”, de la francesa Fred Vargas. La arqueóloga e historiadora Frédérique Audouin-Rouzeau ha publicado bajo ese seudónimo dos series de novelas:  “los tres evangelistas” y el comisario Adamsberg. “El hombre de los círculos azules” (1991) fue el primer caso parisino de Adamsberg, un hombre menudo y callado, que no aplica ningún método a su investigación; pero que barrunta la crueldad y el mal. Los personajes, extraños y únicos, se mueven por la historia como consumados actores. Juegan entre ellos y el lector sabe que la escritora está jugando con él a través de sus diálogos casi surrealistas, de sus idas y venidas, de sus profundidade...