Ir al contenido principal

Durante la epidemia (14): "Brexit" y "Negociador"

En la entrada anterior, saqué a colación el viejo tema de si las personas particulares son decisivas en el devenir de la historia o si son las tendencias y las condiciones las que hacen inevitables los grandes acontecimientos. ¿Roma se hubiera transformado igualmente en una autocracia si no hubiera nacido Cayo Julio César en el 100 a.e.c? No sé qué contestarme. En el ajedrez, son los peones anónimos los que dictan la estructura ("la historia") de la posición; pero sin las hazañas de las grandes piezas (los sacrificios de caballo, las maniobras de la dama) no se remataría la partida. 

En las plataformas de TV, he visto últimamente dos pelis que hacen hincapié en la importancia de las personas particulares en el resultado final de los procesos históricos. La primera es una peli británica reciente (2019). Trata de la campaña del brexit y se centra en la figura de Dominic Cummings (interpretado por un grandioso Cumberbatch). Se considera a Cummings el cerebro detrás de la exitosa campaña "Take control again". En la peli se le muestra como un innovador visionario sin escrúpulos, que es capaz de oir el ruido de fondo que sobrecoge a los británicos: la xenofobia, la añoranza del imperio, el miedo. Es decir, las semillas del nuevo fascismo que estamos viendo surgir en toda Europa.Y aquí.

También vi "Negociador", una comedia de Borja Cobeaga, sobre las negociaciones del 2005-2006 entre Jesús Eguiguren y ETA. Eguiguren es interpretado por Ramón Barea como un hombre despistado y torpón, que ni siquiera saber usar un móvil; pero que entiende como ha de relacionarse con los descerebrados que tiene delante. ¿Con otros protagonistas se hubiera llegado igualmente al alto el fuego del 2011? No hay chistes en todo el metraje; pero la peli huele a buena comedia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mis pequeñas perras, Lara y Bimba, en el Museo del Prado (1).

El otro día, la pequeña Bimba se cagó en la sala 55A del Museo del Prado. Como soy un buen ciudadano, lo limpié rápidamente. No vaya a ser que algún señor pisara la cosa visitando "El triunfo de la muerte", de Pieter Brueghel "el viejo", una de las obras más impresionantes de la colección. Recuerdo la primera vez que vi "El triunfo de la muerte" y sus predecesoras: "El jardín de las delicias" y "Las tentaciones de San Antonio", de Jheronimus van Aken, "el Bosco", que están en la sala de al lado. En la enciclopedia Larousse de casa. Pensé que había un error. Creí, en una primera mirada alucinada y confusa, que, en realidad, aquellas fantasías flamencas no eran trípticos (óleo sobre madera) de finales del siglo XV y mitad del XVI, sino obras contemporáneas. Pensé que aquellas extrañas imágenes de muñequitos, cadáveres y pavos reales eran la broma de un asesino en serie que le quería mostrar a los detectives del FBI todo lo que e...

Mis pequeñas perras, Lara y Bimba, en el Museo del Prado (2)

Mis perritas, Lara y Bimba se pasean todas las mañanas por el Museo del Prado porque es de todos. Es público. Es de los españoles, de la humanidad y de la caninidad.  Cada vez que algo valioso pasa al común, a la universidad, como decían los antiguos, es un pasico adelante en el lento curso de la historia, esa fulana retorcida. El museo, como tal, fue fundado durante el reinado de Fernando VII (IV en Aragón). El llamado "rey felón", además de un pene grande y de un criterio moral pequeño, heredó la más formidable colección de arte pictórico de la civilización occidental. Afortunadamente, en 1814, decidieron dar cobijo a ese inmenso tesoro en el edificio que había diseñado Juan de Villanueva antes de la francesada. En 1869, tras la primera expulsión de los borbones (aplausos y vítores), se declaró el museo y su contenido "bienes de la Nación". Me gusta contemplar el "Agnus Dei" de Zurbarán. El maestro usó varias veces el motivo del cordero sacrifi...

Cónclave

No todo el mundo puede decir que un cura de su pueblo pudo haber sido papa. Yo tampoco puedo decirlo. Al menos, con absoluta seguridad. Pero las historias que he oído al respecto parecen verosímiles. Dicen que después de que Ratzinger renunciara al cargo, en el cónclave de marzo de 2013, se reprodujo la misma división que ya habían sufrido cuando lo eligieron. Así que parecía razonable que buscaran a alguien que suscitara consensos. Además, me figuro que entre los requisitos del nuevo estaba que su lengua materna debía ser el español o el portugués, las lenguas mayoritarias del catolicismo. No es demasiado aventurado pensar que mi paisano estuvo entre los principales candidatos. Lo cierto es que la primera visita del recién coronado Bergoglio fue a Santa María la Mayor, donde tenía el arciprestazgo el de mi pueblo.  Por todo esto, se pueden imaginar el interés con el que fui al cine. Idea de mi sobrino del sur, que ha venido muy cinematográfico estas vacaciones. Los efectos de la e...