He vuelto a Santo Domingo, la capital de la República Dominicana, el hermoso país que ocupa los dos tercios orientales de la Española y que, sin preverlo, se ha convertido en mi país latinoamericano, en mi sitio del nuevo mundo. Santo Domingo fue la primera ciudad española de América, lo que es como decir, la primera ciudad americana de España. Aunque esa vieja palabra, "España" que escribo con tanto cariño, no sea la misma España que llena la boca poblada de colmillos y de venenos de esos psicópatas que andan engañando a los tontos de las banderitas. Viajar y leer para conocer y para conocerse mejor a uno mismo. Para saber de dónde venimos y a dónde vamos. Una de las ideas interesantes que cuenta este librito es que muchos dominicanos se comprenden mejor a sí mismos cuando emigran a los USA o a la España actual. Allí son identificados, como "negros" o "mulatos", a secas. Y se les caen de los ojos las vendas que la construcción nacional dominicana les fu...