Si uno ha hecho el trabajoso camino de dotar de cierto sentido a su vida; y no está seguro de haber llegado a un sitio correcto, no debería leer este libro. El protagonista, Eddie Féretro, experto en el concepto de flujo en Heráclito, alcohólico y atracador de bancos, se dedica a minar a lo largo de cuatrocientas divertidas páginas cualquier certidumbre que el lector tenga acerca de lo que es valioso en nuestra existencia. Hay subfusiles, tugurios, carreras de coches y filosofía espolvoreados por todo el texto. Eddie es un tipo brillante, con un gran futuro a sus espaldas, "este frenesí fue el fundamento de mi carrera; mi tesis doctoral sobre el vocabulario jónico estaba casi lista antes de que yo llegara a la universidad". Su vida ociosa y aburrida como profesor en Cambridge va cuesta abajo, sin dirección ni producto, empapada en alcohol. Un verdadero parásito del presupuesto universitario y de las fundaciones de investigación, que se autocompadece con ironía, mientras bebe ...