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Madres e hijos.


Vimos este fin de semana dos películas muy distintas; pero que giran en cierto modo alrededor de la maternidad.
El viernes fuimos al cine a ver "Juno", de Jason Reitman. Ellen Page interpreta a una adolescente norteamericana que se queda embarazada y decide dar el niño en adopción. Se trata de una historia divertida y tierna, de diálogos rápidos y brillantes, en la que la complicidad entre las protagonistas femeninas (la chica, la madrastra y la que va a adoptar al niño) empapa a las espectadoras (y a algún espectador). Una parte importante del mérito es del guión, escrito por la stripper Diablo Cody y premiado con un Oscar. Nos lo pasamos bien.
El domingo vimos en el canal temático CTK, "En el nombre del hijo". de Terry George. Trata las protestas y la huelga de hambre que durante principios de los años 80 llevaron a cabo los presos del IRA, reivindicando su condición de prisioneros de guerra y que se saldó con la muerte de varios de ellos. La historia está contada desde el punto de vista republicano (no aparecen atentados contra civiles). En cualquier caso, no intenta indagar en el conflicto político; sino en el drama vivido por las madres de los presos que, más o menos convencidas de la necesidad de la "lucha armada", ven a sus hijos adelgazar hasta morir. Ante ellas, se presenta el dilema de autorizar la alimentación de sus hijos presos. Maternidad frente a ideología. La peli se basa en la excelente interpretación de Hellen Mirren y de Fionulla Flanagan (arquetipo de mujer irlandesa). La relación que se establece entre ellas (una es más militante, la otra se había mantenido al margen del conflicto) sostiene la historia.
Creo que se me escaparon matices porque no podía sacar de mi cabeza el reciente asesinato del ex-concejal del PSOE de Mondragón-Arrasate. El pistolero que cruelmente, lo asesinó delante de su mujer y de su hija, también tendrá una madre, como Hellen Mirren. Y cuando lo detengan, como Hellen Mirren, sufrirá por si lo torturan y tendrá que ir a verlo a una lejana prisión. Como Bobby Sands, el etarra, también se considerará a sí mismo "un prisionero de guerra" y a su víctima "una víctima del conflicto". Oscuridades dentro de la oscuridad. ¿Cuándo habrá luz?

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