El sábado fuimos al teatro "El Musical", en el valencianísimo barrio de El Cabanyal-Canyamelar. "El Musical" fue uno de los lujosos proyectos que llevó a cabo el ayuntamiento de la ciudad para intentar compensar el proceso de degradación del barrio, en parte auspiciado por el propio ayuntamiento. Se trata de un edificio moderno y funcional, hormigón combinado con madera. Mantiene la fachada del teatro antiguo y comparte con la iglesia del Rosario la plaza homónima, donde los miembros de viejas minorías desfavorecidas toman el sol y descansan de sus quehaceres.
Vimos un monólogo "one man show" del cómico y actor Nancho Novo titulado "Flores y cerdos". Hubo cola, se llenó el teatro y había jolgorio y buen ambiente y es que era gratis con el carné de la universidad. Muchos estudiantes acudieron al teatro como solución de continuidad entre el estudio de la tarde y el botellón de la noche. Así que el artista lo tenía todo a su favor y supo poner al público inmediatamente de su parte. No suelo ver los mónologos de la tele; pero me da la impresión de que se ciñó bastante a los cánones del "género": complicidad, algún exabrupto y chistes previsibles. Risas, sonrisas y aplausos.
A pesar de que el discurso general era bastante manido y facilón: las relaciones de pareja, los cuernos, los políticos, el odio y un poquito de moralina, me gustó mucho la actuación . Novo, con el efectivo contrapunto del pianista, nos manipuló cuanto quiso, nos llevó de un tema al otro, demostró agilidad y gracia, tablas, talento y el tiempo se nos pasó volando. Hay que ensayar mucho para que todo parezca tan espontáneo. Me impresionó mucho el uso que hizo de varios poemas clásicos y es que el tipo sabía lo que hacía. En especial, me emocionó el recitado del clásico soneto de su paisano, el poeta gallego "Lope de Veiga":
"Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro claro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño,
esto es amor y quien lo probó lo sabe."
Fue una vuelta a la adolescencia brutal y divertida.
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