Un compañero me recomendó "Ensayo sobre la ceguera", de Saramago (1995). Me contó que había llegado a ella después de leer su secuela "Ensayo sobre la lucidez". Coincido con mi compañero: la primera novela es tan potente, tan abrumadora, que supera con creces a su segunda parte.
"Ensayo sobre la ceguera" cuenta lo que ocurre cuando una extraña epidemia comienza a dejar ciegos a casi todos los habitantes de un país. Recuerdo cómo me impresionó percibir por un instante mi propia incapacidad y mi propia ceguera en la ceguera de los protagonistas de la novela. La historia va más allá y plantea un experimento terrible: ¿cómo sobreviviríamos cuando nuestro mundo normal, el mundo normal de casi todos se viniera abajo? La brutalidad, el caos y el dolor se apoderan de una sociedad indefensa, destruida. Saramago no da puntada sin hilo, y la historia es, sobretodo, una gran parábola: ¿qué hacer cuando nadie ve, cuando nadie se da cuenta de la verdadera realidad? ¿Qué está obligado a hacer por los demás el que sí que ve? ¿Hasta cuándo podrá lavarles, alimentarles, explicarles la realidad REAL?
La novela me dejó tan impresionado que me resistí a ver la peli que Meirelles estrenó en el 2008 (Blindness). Amparo insistió e insistió y acabamos sacándola del videoclub. El problema que se le planteaba al director brasileño era arduo: ¿cómo representar cinematográficamente un drama que los personajes están viviendo sin imágenes? ¿cómo captar todo lo que Saramago grita a los oídos del mundo? Meirelles se ciñó estrictamente a la brutal historia e intentó no correr riesgos artísticos, con lo que firmó una obra evidentemente inferior a la novela. Cuando los protagonistas ciegos salen del centro donde los han internado, se encuentran una ciudad arrasada, un mundo en descomposición, poblado por otros ciegos como ellos, hambrientos y sucios. Esa imagen ha quedado grabada en mi memoria y es la manera en que me siempre me represento mentalmente una catástrofe.
En ese sentido, durante las navidades, estuve leyendo el último librillo de Ignacio Ramonet: "La catástrofe perfecta", sobre la actual crisis económica mundial. El que fuera director de "Le Mond diplomatique" plantea su discurso habitual: el neoliberalismo triunfante en los noventa, primero en el Chile de Pinochet y en la Indonesia de Suharto y después, over the world, y la falta de regulación que la llamada Escuela de Chicago propició, son los causantes de la situación actual, que se agravará en los próximos años. Porque no es coyuntural, sino sistémica y además, viene acompañada de un cambio geoestratégico a nivel planetario. Y seguimos ciegos y no vemos cómo todo se va al carajo. Como siempre, Ramonet (que adopta así el papel DEL QUE VE) tiene a su favor la claridad en la exposición de los argumentos, que defiende con 3 ó 4 cifras por página; pero se le puede reprochar cierto sesgo precisamente en la selección de esos datos. El libro, con todo, es muy recomendable.
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