Ir al contenido principal

Un destino desbaratado (Tamin Ansay)



Durante estos días ruidosos y cansados de fallas, tenemos la feria del libro antiguo y de ocasión en la Gran Vía. Siempre me ha gustado curiosear en esas paradas y comprarme algún libro de saldo. Por un precio reducido, puedes encontrar alguna cosa interesante. Supongo que es una cuestión de dedicarle tiempo a la búsqueda. La búsqueda de un libro siempre es una búsqueda interior. Como Valencia es una ciudad pequeña, no hay muchos más sitios especializados en saldos. El más conocido son las librerías París-Valencia. Allí encontré este gran libro sobre la historia del Islam, que he devorado en estos últimos días.

Me recordaba, naturalmente, a las dos obras de Amin Maalouf que leí hace tiempo: “Identidades asesinas” y “Las cruzadas vistas por los árabes”, especialmente a esta última. Como Maalouf, Tamin Ansary es un escritor occidental de origen musulmán. Nacido en Afganistán, se convirtió en el intelectual que trató de explicar al gran público quiénes eran los talibanes y que se podía hacer con ellos, cuando estos le metieron el dedo en el ojo al Imperio y todas las tertulias y canales norteamericanos necesitaron ubicarlos en el mapa.

La civilización occidental suele comenzar su historia de la Historia con los griegos, que fueron sucedidos por los romanos, a los que siguieron los germanos y los conquistadores ibéricos, a los que sustituyó el imperio británico, para dar lugar a Estados Unidos, como culminación del cuento. Habría, pues un perfeccionamiento inevitable en la búsqueda de mayores cotas de libertad personal y de desarrollo tecnológico. Con la hegemonía del capitalismo occidental de raíces cristianas estaríamos en el llamado final de la historia de Fukuyama. Obviamente, se trata de una historia para niños. Precisamente, recuerdo un cómic que andaba por casa con  el  tío Gilito, Donald y sus sobrinos, viviendo en esas distintas épocas históricas. Es normal que cada civilización cuente una historia del mundo centrada en sus valores. Lo asombroso del asunto es que nosotros no nos demos cuenta de que la historia se puede contar desde otros puntos de vista.

Por ello, son tan necesarias obras como Destiny Disrupted: A History of the World Through Islamic Eyes”. Ansary nos cuenta una historia de la humanidad desde el punto de vista del “Mundo Medio”, esos grandes territorios habitados por árabes, turcos y persas y que equidistan del Mediterráneo y de China. En esta historia, el tío Gilito, Donald y sus sobrinos viven en distintas escenas de la historia del Islam y de la historia vista desde el punto de vista del Islam. De nuevo, una historia para niños; pero en la que el autor es consciente de la impostura.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las bombas del 11M. Relato de los hechos en primera persona (1).

Todo el mundo dice recordar lo que estaba haciendo la mañana del jueves, 11 de marzo de 2004. Yo estaba durmiendo, y posiblemente, me levanté tarde y con algo de resaca. Quizá por ello, en los primeros momentos, no fui consciente ni de la terrible magnitud del atentado ni de las implicaciones políticas que tenía. No recuerdo exactamente cuándo me enteré de las cifras. Pero como a cualquier persona normal, se me debió helar la sangre en las venas. Acudí con mi hermano a la manifestación del 12 por la tarde. La tristeza no dejaba mucho sitio a la reflexión. Como le pasaba a mucha de la gente que había allí, la última mani a la que había ido fue alguna del año anterior contra la invasión de Irak, ese capricho imbécil del presidente Aznar. Desde su elevadísima altura, había decidido que su sucesor en el cargo sería M. Rajoy. Precisamente, los voceros del gobierno y los votantes del PP más perspicaces sí que advirtieron rápidamente el efecto político que tendría el atentado. La noche del 12

Las bombas del 11M. Relato de los hechos en primera persona (3).

Si no hubiera habido elecciones el 14 de marzo, los hechos que he descrito en la entrada anterior no se habrían puesto en duda. Los posibles fallos policiales y de inteligencia previos a los atentados (especialmente, los relacionados con la llamada "trama asturiana" y el control de la dinamita) habrían sido más o menos ocultados a la opinión pública y salvo en las casas de las víctimas, la vida seguiría más o menos igual. Pero hubo elecciones y el PP y muchos de sus votantes sintieron que se las habían "robado" y que Zapatero era un presidente "ilegítimo". Así que es lógico que, durante un tiempo, en el partido perdedor, negaran la realidad. Necesariamente tenía que ser ETA, porque nosotros nunca mentimos y los que fallaron fueron los votantes, que se dejaron engañar. Ya se sabe que los españoles son flojos e influenciables. En la comisión de investigación parlamentaria del 2004, muchas de las preguntas del PP intentaron, sin éxito, vincular a ETA con los

Las bombas del 11M. Relato de los hechos en primera persona (2).

En la mañana del 11 de marzo de 2004, un grupo de 10 terroristas yihadistas de origen magrebí colocaron trece mochilas bomba en trenes de cercanías en Madrid. Algunos de los terroristas habían sido previamente vigilados por la policía, e incluso alguno ya había sido condenado. No se probó judicialmente quiénes fueron los que dieron la orden y uno de los que puso las bombas no ha sido identificado. Los atentados de Casablanca del año anterior, en los que murieron 33 víctimas y 12 suicidas y las repetidas amenazas contra España en los medios yihadistas eran indicios claros de que se preparaba algo brutal; pero quizá los servicios de inteligencia no funcionaron bien. El explosivo era dinamita Goma-2 ECO. Tanto la dinamita como los detonadores fueron comprados al delincuente asturiano Suárez Trashorras, con el que el terrorista Jamal Ahmidan entró en contacto a través de otro delincuente, Rafa Zouhier. Los tres ya eran conocidos y confidentes de la policía antes de los atentados. E incluso