Ir al contenido principal

"El séptimo sello" y "El milagro de P. Tinto".

¿Por qué no podemos ver a Dios? ¿Por qué no dice nada? Ese silencio aterroriza. Y más cuando sabemos que la muerte se nos llevará y dejaremos de ser. Nos contaron que Dios es transparente, para consolarnos; pero parece que es más bien, invisible. Vivimos a orillas del gran silencio, que dijo el poeta. Fui al cine hace muchos años, con dos amigos ajedrecistas y cinéfilos a ver "El séptimo sello" (uno de ellos ya no está). El clásico de Bergman me gustó. Volví a verlo en la tele hace poco, para reseñarlo en el programa del 26/04/2021 de "Negras o blancas", de Alzira Ràdio. 

El caballero que vuelve de las cruzadas (Max Von Sidow) juega una partida de ajedrez con la muerte. Mientras la Suecia medieval se ve azotada por la peste negra. Le di vueltas al tema y a lo único a lo que le vi sentido fue a la partida de ajedrez. Es decir, ante la falta de significado, ante el silencio insoportable de Dios, solo nos quedan las pasiones humanas: la búsqueda de cierta belleza o de cierta armonía.


Queremos dejar nuestra huella en la vida, antes de irnos. Lo hacemos creando música hermosa, partidas hermosas, o empresas e hijos. Eso es lo que mueve a P. Tinto y su proyecto de familia, en la deliciosa comedia surrealista que perpetraron los Fesser. ¿Qué me ayuda más a sobrellevar la terrible soledad humana? ¿Las perogrulladas metafisicas de Bergman o reírme con los cabroncetes de los enanos alienígenas? 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
...tú sabrás, pero a ver si encuentras en El séptimo sello una frase tan mejor que "peazo de invento, la gaseosa!"

Entradas populares de este blog

Mis pequeñas perras, Lara y Bimba, en el Museo del Prado (1).

El otro día, la pequeña Bimba se cagó en la sala 55A del Museo del Prado. Como soy un buen ciudadano, lo limpié rápidamente. No vaya a ser que algún señor pisara la cosa visitando "El triunfo de la muerte", de Pieter Brueghel "el viejo", una de las obras más impresionantes de la colección. Recuerdo la primera vez que vi "El triunfo de la muerte" y sus predecesoras: "El jardín de las delicias" y "Las tentaciones de San Antonio", de Jheronimus van Aken, "el Bosco", que están en la sala de al lado. En la enciclopedia Larousse de casa. Pensé que había un error. Creí, en una primera mirada alucinada y confusa, que, en realidad, aquellas fantasías flamencas no eran trípticos (óleo sobre madera) de finales del siglo XV y mitad del XVI, sino obras contemporáneas. Pensé que aquellas extrañas imágenes de muñequitos, cadáveres y pavos reales eran la broma de un asesino en serie que le quería mostrar a los detectives del FBI todo lo que e...

Mis pequeñas perras, Lara y Bimba, en el Museo del Prado (2)

Mis perritas, Lara y Bimba se pasean todas las mañanas por el Museo del Prado porque es de todos. Es público. Es de los españoles, de la humanidad y de la caninidad.  Cada vez que algo valioso pasa al común, a la universidad, como decían los antiguos, es un pasico adelante en el lento curso de la historia, esa fulana retorcida. El museo, como tal, fue fundado durante el reinado de Fernando VII (IV en Aragón). El llamado "rey felón", además de un pene grande y de un criterio moral pequeño, heredó la más formidable colección de arte pictórico de la civilización occidental. Afortunadamente, en 1814, decidieron dar cobijo a ese inmenso tesoro en el edificio que había diseñado Juan de Villanueva antes de la francesada. En 1869, tras la primera expulsión de los borbones (aplausos y vítores), se declaró el museo y su contenido "bienes de la Nación". Me gusta contemplar el "Agnus Dei" de Zurbarán. El maestro usó varias veces el motivo del cordero sacrifi...

Cónclave

No todo el mundo puede decir que un cura de su pueblo pudo haber sido papa. Yo tampoco puedo decirlo. Al menos, con absoluta seguridad. Pero las historias que he oído al respecto parecen verosímiles. Dicen que después de que Ratzinger renunciara al cargo, en el cónclave de marzo de 2013, se reprodujo la misma división que ya habían sufrido cuando lo eligieron. Así que parecía razonable que buscaran a alguien que suscitara consensos. Además, me figuro que entre los requisitos del nuevo estaba que su lengua materna debía ser el español o el portugués, las lenguas mayoritarias del catolicismo. No es demasiado aventurado pensar que mi paisano estuvo entre los principales candidatos. Lo cierto es que la primera visita del recién coronado Bergoglio fue a Santa María la Mayor, donde tenía el arciprestazgo el de mi pueblo.  Por todo esto, se pueden imaginar el interés con el que fui al cine. Idea de mi sobrino del sur, que ha venido muy cinematográfico estas vacaciones. Los efectos de la e...