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Lecturas del verano.

Compruebo con asombro la cantidad de días que llevo sin meter entradas en el blog. Muchos días sin internet, días plácidos de verano, de tranquilidad y de viajes. Reseño brevemente lo que he leído en estas vacaciones que ya se van, para siempre.

A finales de julio, me leí "La historia del dinero. De la piedra arenisca al ciberespacio", de Jack Weatherford. Se trataba de un libro de saldo que me encontré por casa. Inicialmente me decepcionó al comprobar que, además de anticuado, no era un libro sobre historia económica. En realidad, trata los aspectos sociológicos del uso del dinero a lo largo de la historia. Pero luego empecé a disfrutarlo más. Comencé a comprender que si hay algo que caracteriza a nuestra civilización (la manera humana de vivir de unos 5.000 años hasta ahora) frente a otras, es precisamente que la sociedad completa gira en torno a esa cosa prodigiosa llamada dinero. Siempre me llama la atención la capacidad que tienen los autores anglosajones para relacionar temas diferentes de manera erudita y amena. En la universidad española, tan preocupada ahora por la hiperespecialización, hay pocos profesores que tengan esa visión de conjunto y esa capacidad de síntesis.

También leí "Una historia del antisemitismo", de Gerald Messadié. Un libro imprescindible para entender mejor la historia de occidente, y sus fanatismos y sus oscuridades enormes. El antisemitismo es uno de las caras de ese mal que conforma nuestra alma profunda.

Y en lo que se refiere a ficción, dos libros. Por un lado, la curiosa novelita "Alba Cromm". Se la regalé a Irene, con la voluntad implícita de leerla yo. Creo que ambos hemos disfrutado con su lectura. El argumento no es gran cosa: un suspense futurista con buenos y malos; pero tiene ingredientes interesantes: la guerra eterna entre hombres y mujeres y está narrado a través de varios lenguajes, pues los protagonistas mantienen conversaciones con el messenger o escriben en el blog. Nueva literatura para la nueva época. La red omnipresente, el sueño borgiano de la biblioteca de Babel.

Por otro, algo más clásico, que me encontré en la casa donde estuvimos en Menorca: "Opiniones de un payaso". El particular ajuste de cuentas del premio nobel de literatura Heinrich Böll con la sociedad alemana de la postguerra. Un libro lúcido, desgarrado, sobre la hipocresía religiosa, sobre el desamor y la infelicidad, sobre el alma de los artistas, sobre el fracaso personal. Está lleno de párrafos brillantísimos (mérito que supongo en parte del traductor). Vamos, lo mejor para leer en la playa.

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