Ir al contenido principal

"Blanco Nocturno", de Ricardo Piglia.


Dudo que ningún empleado de la sección de librería de "El Corte Inglés" o de Fnac hubiera podido recomendarme dos novelas tan buenas. De ambos libros, Miguel, el de la Librería Primado, me dijo: "Este te gustará, seguro..." Y acertó, vaya si acertó. En los dos casos. Es lo que tienen los libreros que leen y que piensan, esa especie que debería estar tan protegida como los linces ibéricos y los presidentes de diputación provincial. Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien con dos novelas, ambas ambientadas en América: "Blanco nocturno" en la inmensa pampa ganadera y "Sunset Park" en Nueva York.

"Blanco Nocturno" es una elaborada novela con un asesinato, un detective y mucho arte literario. Y es que el autor, Piglia, conoce el oficio; aunque creo que ha hecho más ensayos que novelas. Según escribo esto, voy pensando que "Blanco Nocturno" se parece en ciertos aspectos a algunos de los casos resueltos por don Isidro Parodi: un detective heterodoxo, tambien encerrado, la Argentina y un crimen en donde la bragueta y lo crematístico se entremezclan y confunden. Pero ahí acaban los paralelismos: la prosa de Piglia es directa y certera, Su funcion es explicar, no impresionar (excelente el recurso de las notas a pie de pagina, como si de un tratado cientifico se tratara). Por otro lado, el paisaje no es el Buenos Aires urbano y optimista de los 40, Sino la Argentina rural y ganadera (carne, cuero, caballos) de 1975, cuando los milicos andaban degollando gente como los gauchos degollaban a los becerros.

En ese escenario, un complejo juego de pasiones e intereses se lleva por delante al bendito Tony Durán, hermoso mulato yanqui, cuya presencia es una anomalía en ese mundo de hombres fuertes y tristes y viejas familias poderosas venidas a menos, como los Belladona, como la república. Leyendo, creí sentir a menudo esa emoción que se tiene cuando en la soledad de la noche oscura se cree percibir las cosas en su verdadera dimensión, con cierto brillo mágico y blanquecino, como de color de luna.

Dejo "Sunset Park", de Auster, para la siguiente entrada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Franco y Trujillo

Ayer cayó un chaparrón agradable que refrescó las calles de Santo Domingo. El agua corre hacia el malecón. La desmesurada capital de la República Dominicana, la primera ciudad de América, siempre mira al mar. Por ese mar, llegaron los antepasados españoles y los desgraciados antepasados africanos. Por ese mar, llegan de vez en cuando los invasores estadounidenses y los huracanes.  Santo Domingo fue el principio de todo: desde allí salieron hacia tierra firme los  aventureros sedientos que conquistaron el mundo para el rey de las Españas, el primer puerto seguro, el primer fuerte a salvo de los pobres taínos que no podían entender el infierno que había venido de otro mundo, más frío y más oscuro. Santo Domingo fue la primera catedral, la primera universidad, la primera ciudad extremeña a miles de leguas de Extremadura, la primera casilla de la terrible partida de ajedrez que las potencias europeas jugaron en las Américas. A Santo Domingo, ruidosa, desordenada, sonriente, le cam...

Corregudes mítiques: Fira de Sant Joan, 1997.

En este blog hemos reseñado novelas, cómics, cortometrajes, coloquios, canales de youtube, boticas antiguas, documentales, ballet y monólogos. Hoy vamos con una corrida de toros. Una que los entendidos consideran "mítica". Los Politkommissare de la televisión pública valenciana decidieron emitirla la tarde del sábado, 27 de octubre de 2025. Mientras, en las calles de la capital se manifestaban decenas de miles de personas protestando contra la lamentable gestión de la barrancada de hace un año. Les juro que no me estoy inventando lo de la corrida. Desde siempre, el ser humano ha criado animales para hacer cosas con ellos. Principalmente, comérselos. Pero la mente humana siempre anda perdida en oscuros laberintos, así que también hacemos otras cosas con los bichos, un poco más raras. Cleopatra, al parecer, se bañaba en leche de burra. El presupuesto público da  para todo. " A escote no hay nada caro " es el lema de nuestros borbones. Los ingleses criaban perros para...

Palmeras en la nieve

Parece una película norteamericana, de las muy taquilleras. Y por eso está haciendo mucha taquilla. Es un dramón de casi tres horas, con paisajes espectaculares, actores guapos (el Casas y la Ugarte), ambientación de lujo y mucha épica.  Cuando los críticos se quejen de que la industria patria no hace productos vendibles, les arrearán con esta peli en toda la boca.  Se basa en el best seller escrito por la alcaldesa de Benasque, Luz Gabás, que se inspiró en la historia de su familia. Y del mismo modo que el libro ha tenido ediciones en otros idiomas, la peli pronto tendrá versiones extranjeras. No me arrepiento de haberla elegido; pero la cosa, con tanta duración y tanta lágrima, me sonaba más a serie televisiva que a peli de cine. A pesar de las idas y venidas de los personajes y del final previsible, me metí en la historia y disfruté cómo debían disfrutar nuestros padres cuando vieron “Lo que el viento se llevó” o “Memorias de África”. La historia está p...