Un compañero me regaló este libro. Es una colección de artículos de prensa, noticias y apuntes que conforman las memorias del empresario valenciano Jiménez de la Iglesia. El principal objetivo del libro, como de casi todos los libros de memorias, es ajustar las cuentas con los coetáneos, especialmente con el inefable y bronceadísimo Zaplana, que le hizo dimitir de la CEV (una de las patronales valencianas). La burguesía valenciana del XIX y del XX (en especial, el empresariado) ha sido un fructífero objeto de estudio para economistas, historiadores y polítologos. No es para menos, como clase dirigente, sus anhelos, visiones y proyectos, se convertían en los de toda la sociedad. Por ejemplo, en el terreno lingüístico, la burguesía valenciana, a diferencia de la catalana, despreció siempre la lengua vernácula, que sigue hoy en día en una situación subalterna (el libro toma el título de un famoso verso medieval valenciano, pero está escrito a excepción de 4 páginas, en castellano). Por ra...