Ir al contenido principal

Blancanieves



Mal que nos pese, a pesar del olimpismo, de la movida y de Ferran Adriá, la imagen externa de España sigue basándose en gran medida en lo "andaluz". Pero en un arquetipo andaluz edulcorado y asumible. En ese arquetipo, los toros, el flamenco y ciertas representaciones de lo "popular" jugarían un papel central. Se construyó para el consumo exterior (e interior) un conjunto de modelos potentes: lo moruno y exótico en tanto que diferente a lo europeo, lo gracioso, en tanto que subalterno a una identidad "nacional" castellana. Esos temas ocultaban y siguen ocultando una realidad ofensiva: la brutal desigualdad en el reparto de la riqueza en el mundo rural andaluz, el clasismo en la sociedad sevillana, lo arcaico de muchas fiestas "andaluzas", como los toros. Personalmente, cuando hablan de la duquesa de Alba, me acuerdo de una boñiga y me indignan los latifundios de su familia, cuando escucho al Herrera, me parece un señorito gilipollas, cuando leo lo de los EREs pienso en guillotinas ociosas y cuando veo plazas de toros, opino que cada uno debería pagarse sus propias perversiones.

Dicho todo lo anterior, he de admitir que Sevilla es una ciudad tan hermosa que me han saltado las lágrimas paseando por su inmenso casco viejo. Y que si hay un arte cercano al Arte, ese es el flamenco, como me hizo ver mi compa Rafa hace ya muchos años.

"El País", ese periódico propiedad de los bancos, regaló hace unas semanas un DVD con esta peli. Y la vimos en la tarde tranquila de un domingo de febrero. No me desagradó; pero tampoco me pareció para tanto. Hermosa, original, sencilla, visual; pero predecible. El tipismo al que me refería en el primer párrafo, concentradito en un ejercicio estilístico un poco vacío. Una buena idea: los enanitos del cuento transmutados en enanos toreros, idea feliz que oculta la incapacidad del cine patrio para generar buenas historias. Una actriz tremendamente fotogénica, la Verdú, que parece más deseable cuando no habla. Eso es lo bueno del cine mudo. Al parecer, Pablo Berger había tenido la idea antes que “The Artist”. Mala suerte. Supongo que esas cosas flotan en el ambiente.

En la peli también hay algo de flamenco desnatado. Y todo empaquetado y embolsado for export (hasta se abstienen de matar al toro para no desagradar a los guiris) Y como resumen, varios premios, de esos que el cine español se da a sí mismo.

Les recomiendo que la vean con niños, que siempre va bien que se les queden grabadas un par de imágenes fuertes. Les prepararán para cuando vean las duquesas o los Herrera del futuro. Y las guillotinas, desperezándose.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mis pequeñas perras, Lara y Bimba, en el Museo del Prado (1).

El otro día, la pequeña Bimba se cagó en la sala 55A del Museo del Prado. Como soy un buen ciudadano, lo limpié rápidamente. No vaya a ser que algún señor pisara la cosa visitando "El triunfo de la muerte", de Pieter Brueghel "el viejo", una de las obras más impresionantes de la colección. Recuerdo la primera vez que vi "El triunfo de la muerte" y sus predecesoras: "El jardín de las delicias" y "Las tentaciones de San Antonio", de Jheronimus van Aken, "el Bosco", que están en la sala de al lado. En la enciclopedia Larousse de casa. Pensé que había un error. Creí, en una primera mirada alucinada y confusa, que, en realidad, aquellas fantasías flamencas no eran trípticos (óleo sobre madera) de finales del siglo XV y mitad del XVI, sino obras contemporáneas. Pensé que aquellas extrañas imágenes de muñequitos, cadáveres y pavos reales eran la broma de un asesino en serie que le quería mostrar a los detectives del FBI todo lo que e...

Mis pequeñas perras, Lara y Bimba, en el Museo del Prado (2)

Mis perritas, Lara y Bimba se pasean todas las mañanas por el Museo del Prado porque es de todos. Es público. Es de los españoles, de la humanidad y de la caninidad.  Cada vez que algo valioso pasa al común, a la universidad, como decían los antiguos, es un pasico adelante en el lento curso de la historia, esa fulana retorcida. El museo, como tal, fue fundado durante el reinado de Fernando VII (IV en Aragón). El llamado "rey felón", además de un pene grande y de un criterio moral pequeño, heredó la más formidable colección de arte pictórico de la civilización occidental. Afortunadamente, en 1814, decidieron dar cobijo a ese inmenso tesoro en el edificio que había diseñado Juan de Villanueva antes de la francesada. En 1869, tras la primera expulsión de los borbones (aplausos y vítores), se declaró el museo y su contenido "bienes de la Nación". Me gusta contemplar el "Agnus Dei" de Zurbarán. El maestro usó varias veces el motivo del cordero sacrifi...

Cónclave

No todo el mundo puede decir que un cura de su pueblo pudo haber sido papa. Yo tampoco puedo decirlo. Al menos, con absoluta seguridad. Pero las historias que he oído al respecto parecen verosímiles. Dicen que después de que Ratzinger renunciara al cargo, en el cónclave de marzo de 2013, se reprodujo la misma división que ya habían sufrido cuando lo eligieron. Así que parecía razonable que buscaran a alguien que suscitara consensos. Además, me figuro que entre los requisitos del nuevo estaba que su lengua materna debía ser el español o el portugués, las lenguas mayoritarias del catolicismo. No es demasiado aventurado pensar que mi paisano estuvo entre los principales candidatos. Lo cierto es que la primera visita del recién coronado Bergoglio fue a Santa María la Mayor, donde tenía el arciprestazgo el de mi pueblo.  Por todo esto, se pueden imaginar el interés con el que fui al cine. Idea de mi sobrino del sur, que ha venido muy cinematográfico estas vacaciones. Los efectos de la e...