Solamente existen dos cosas: la vida y la muerte. La muerte es el segundo principio de la termodinámica, dominante, omnipresente, invencible. La vida es la lucha absurda, desesperada, contra ese principio. Es la excepción, lo heroico, la guerra que se libra sabiendo que se va a perder. La vida son los pimientos de Padrón, mi sobrino saltando las dulces olas del mar Mediterráneo, Francella haciendo de Sandoval en un juzgado oscuro de Buenos Aires, mamándose como un boludo mientras tiene ideas deslumbrantes. A veces, hay más vida y a veces, hay más muerte. Últimamente, nosotros hemos tenido algo más de lo segundo. Murió un primo de Merche de Albacete. Tenía ilusión por viajar y por hacer fotos a la vida, mientras que el cáncer lo iba derrotando, después de una guerra de cinco años de tratamientos, pruebas, dolores, experimentos, viajes a Madrid, más contra experimentos y más dolores. Pero ese hombretón y su retranca seguirán viviendo. En los mejores diálogos de Muchachada Nui está su c...
Comentarios
Este tipo de tragedia me deja mu planchado. Pero cuando veo que es un calco de otra, me pone de muy mala leche. Tengo obsesión por ese tipo de cosas que dos segundos antes dices "mira, aún no pasaba nada". Vamos, las tragedias fácilmente evitables. Y de nuevo parece que la idea es disparar sobre el pianista, maquinista en este caso.
Cada vez que oigo que "la causa del accidente es la velocidad" siento casi dolor físico. Menos mal que no añaden el principio de la inercia...
Y a eso se une que todo esto me suena tanto....
En el fondo, es todo el modelo español de la alta velocidad lo que está en tela de juicio.