Con la excusa de la visita de mi
primo, salimos al cine y a cenar. Supongo que, como anfitriones queríamos que
tuviera un sábado de julio especial. Y
tanto la peli como la cena fueron distintos de lo habitual. Vimos una peli
griega y cenamos en un restaurante thai. A mi primo, le gustó más la película
que la cena.
Yo no podía evitar acordarme de
la novela de la novela de Márkaris “Hasta aquí hemos llegado”, porque trata de
unos hermanos greco-albaneses de segunda generación. Es decir, el viejo tema de
los extranjeros en su propio país. Por añadir más temas sensibles, el hermano
menor es gay, lo que complica un poco más las cosas. Andan en busca de su padre
perdido en la infancia, y por el camino cantan canciones italianas. Es decir,
una cosa un poco petarda y extravagante. Pero la peli tiene ritmo, se recrea en
su desfachatez y recuerda un poco al Almodóvar bueno. Solamente le sobraron
unos 20 o 30 minutos de metraje.
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