Ir al contenido principal

Buenismos. "La tribu", "Campeones"

El DRAE recogió en el 2017 la voz "Buenismo". Ese hacer y pensar lo que se supone que es lo correcto y que se manifiesta a través de la solidaridad y la tolerancia y que a veces peca de cierta ingenuidad,  de no calcular las consecuencias a largo plazo de las acciones. El buenismo estaría relacionado con una visión más femenina, más humana de la sociedad y de sus problemas. Sería la versión actualizada de los viejos anhelos de fraternidad entre géneros y entre razas que se expresaron a través de ideologías varias en los convulsos XIX y XX. Es la parte buena del ser humano, que, para progresar, tiene que olvidar de vez en cuando que el infierno está empedrado de buenas intenciones. A principios de abril fuimos a un concierto del Coro Alameda,  a beneficio de Valencia Acoge y vivimos esa sensación de que juntos se pueden hacer mejor las cosas.Esa visión que a tantos hombres nos produce simpatía a veces, y a veces vértigo. Viendo a qué clase de gente pone nerviosa ese buenismo, pienso que el buenismo no debe ser tan malo.

En las últimas semanas, hemos visto dos comedias que rezuman buenismo y buen rollismo. La primera fue "La tribu", del veterano Fernando Colomo. El omnipresente Paco Léon interpreta a un ejecutivo que despide gente. Es decir, un hijoputa, en lenguaje buenista. El tipo pierde la memoria y acaba bailando con "Las Mamis", un grupo de señoras que hacen streetdance, lideradas ¿cómo no? por la Carmen Machi. Todo muy positivo, solidario y multicultural. Y con final feliz, por supuesto. La peli es demasiado previsible y se hace aburrida a veces, aunque los actores hacen lo que pueden para mantenerla a flote.

En los cines del Puerto, vimos "Campeones", protagonizada por un brillantísimo Javier Gutiérrez, que hace de hombre atareado, enfadado, sudoroso, masculino y competitivo. Y que le toca entrenar a a un grupo de tontos (chicos con discapacidades intelectuales, en lenguaje buenista). Al final, los tontos le enseñan a él muchas cosas. Cosas más valiosas que ganar partidos de baloncesto. Los chavales del equipo se interpretan a sí mismos, debe haber mucho esfuerzo detrás. La peli tiene un ritmo excelente, mérito del gran Fesser. Y te ríes mucho. Aunque cada dos por tres te tienes que plantear si te estás riendo de los chicos o con ellos.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Presentes

Solamente existen dos cosas: la vida y la muerte. La muerte es el segundo principio de la termodinámica, dominante, omnipresente, invencible. La vida es la lucha absurda, desesperada, contra ese principio. Es la excepción, lo heroico, la guerra que se libra sabiendo que se va a perder. La vida son los pimientos de Padrón, mi sobrino saltando las dulces olas del mar Mediterráneo, Francella haciendo de Sandoval en un juzgado oscuro de Buenos Aires, mamándose como un boludo mientras tiene ideas deslumbrantes. A veces, hay más vida y a veces, hay más muerte. Últimamente, nosotros hemos tenido algo más de lo segundo. Murió un primo de Merche de Albacete. Tenía ilusión por viajar y por hacer fotos a la vida, mientras que el cáncer lo iba derrotando, después de una guerra de cinco años de tratamientos, pruebas, dolores, experimentos, viajes a Madrid, más contra experimentos y más dolores. Pero ese hombretón y su retranca seguirán viviendo. En los mejores diálogos de Muchachada Nui está su c...

El secreto de Santa Vittoria.

Golpe de estado en los USA, yo no encuentro el boli, Hitler sigue matando niños en el gueto de Gaza, estas peras de San Juan no tienen ningún sabor, a Macron le pega su mujer, las materias primas se van acabando y la única receta es aumentar el presupuesto militar para la gran rapiña final. Solo nos queda la ilusión de que cuando Bildu o ERC fuercen al camarada Pedro a convocar elecciones, el año que viene, la candidata a la presidencia del gobierno sea la madrileña, a ver si se dan el gran batacazo, nos reímos mucho y ellos aprenden de una vez qué es España (y Portugal). Cuando uno envejece en tiempos tan oscuros, se aferra como un aterido náufrago a sus viejos cánones, a sus libros y pelis preferidas. Nos encerramos en nosotros mismos, en nuestras listas y en nuestros hábitos. " En tiempos de tribulación, no hacer mudanza " recomendaba el santo soldado de Loiola. Y muy arriba entre las películas de mi canon está "El secreto de Santa Vittoria" (1969). Ya se sabe qu...

Vasil (2)

Vasil (Iván Barneev), un migrante búlgaro, llega a Valencia. No tiene donde dormir. Un jubilado de buena posición social (Karra Elejalde) le acoge en su casa. Para asombro de la hija del jubilado (Alexandra Jiménez), establecen una estrecha relación. Y eso que el padre es más bien rancio. Tienen una afición en común: el ajedrez. Hay largas conversaciones vespertinas, a modo de samar , ciertas desconfianzas; pero son, ante todo y sobre todo, dos seres humanos buscando la humanidad en el otro, en los otros. Con este planteamiento tan sencillo, Avelina Prat construye una película agradable, un poco lenta; pero que deja cierta sensación de paz en el alma. Y siempre nos gusta ver imágenes de la ciudad del Turia.  El planteamiento me llegó a lo hondo. Era inevitable pensar en nuestro amigo búlgaro D, al que también dejaron caer en Valencia hace muchos años y que salió adelante a base de esfuerzo y bonhomía. La directora basó la historia en hechos reales. Me pregunto si conoce a D. Aunque...