Ir al contenido principal

¡Ay, Carmela!


Conocía a José Sanchis Sinisterra por el nombre. Cualquier interesado en la historia del Aragón contemporáneo sabe que fue parte de aquel grupo de profesores extraordinarios (José Antonio Labordeta, el escritor Eduardo Valdivia, el poeta José Antonio Rey del Corral, el historiador Agustín Sanmiguel, Eloy Fernández Clemente) que educaron a una generación de alumnos no menos extraordinarios (Federico Jiménez Losantos, Joaquín Carbonell, Federico Trillo o Manuel Pizarro) en el Instituto Ibáñez Martín de Teruel y en el Colegio Mayor San Pablo, fundado por Florencio Navarrete.Cuando Teruel era lo más progre de España, aunque no lo sabía nadie, ni en Teruel ni en España, según la afortunada frase de Jiménez Losantos.

Por iniciativa de Juan Carlos, fuimos al Talia. La València vella estaba hermosa, concurrida, viva, aunque creo que ahora quieren volver a afearla. 

Todos conocemos la película de Carlos Saura. Rafael Azcona creó un guión redondo a partir de la obra teatral. Y en la gran pantalla, Pajares siempre será el medroso Paulino y Carmen Saura la valiente Carmela. Ay, Carmela, honrada, descarada, insensata, asesinada.., es decir la España que murió en 1939. José Ramón me hizo ver que entendíamos bien la obra de teatro gracias a que habíamos visto la película. En otro caso, la trama original se atragantaría un poco al espectador actual, cada vez más lineal, menos profundo.

Todo el argumento de la obra teatral transcurre precisamente en el escenario del teatro de Belchite, que acaba de ser tomado por los franquistas. Paulino (un gran Joaquín Notario) y Carmela (perfecta, María Adámez), que han cruzado las líneas del frente por despiste,  se ven obligados a actuar para los sublevados. Pero vemos la extraña actuación como un flash back, ya que Carmela no ha podido aguantarse y les ha dicho lo que piensa a los militarotes. Ha sido fusilada. Ahora es un fantasma que regresa del pasado. Precisamente, ese diálogo entre vivos y muertos que cada vez son más borrosos es lo más interesante de la obra. Los muertos, como Carmela, que se resisten a la segunda muerte, que es el olvido. Las largas filas de muertos recientes que describe Carmela. Carmela vuelve a reprocharle, a recordarle a un Paulino alcoholizado, que ya viste la camisa azul de los fascistas, que hubo otro país antes de que llegaran los italianos y los nazis alemanes, que hubo alegría, que los pobres brigadistas polacos aprendieron a pronunciar Belchite, Aragón, España.

 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Presentes

Solamente existen dos cosas: la vida y la muerte. La muerte es el segundo principio de la termodinámica, dominante, omnipresente, invencible. La vida es la lucha absurda, desesperada, contra ese principio. Es la excepción, lo heroico, la guerra que se libra sabiendo que se va a perder. La vida son los pimientos de Padrón, mi sobrino saltando las dulces olas del mar Mediterráneo, Francella haciendo de Sandoval en un juzgado oscuro de Buenos Aires, mamándose como un boludo mientras tiene ideas deslumbrantes. A veces, hay más vida y a veces, hay más muerte. Últimamente, nosotros hemos tenido algo más de lo segundo. Murió un primo de Merche de Albacete. Tenía ilusión por viajar y por hacer fotos a la vida, mientras que el cáncer lo iba derrotando, después de una guerra de cinco años de tratamientos, pruebas, dolores, experimentos, viajes a Madrid, más contra experimentos y más dolores. Pero ese hombretón y su retranca seguirán viviendo. En los mejores diálogos de Muchachada Nui está su c...

Vasil (2)

Vasil (Iván Barneev), un migrante búlgaro, llega a Valencia. No tiene donde dormir. Un jubilado de buena posición social (Karra Elejalde) le acoge en su casa. Para asombro de la hija del jubilado (Alexandra Jiménez), establecen una estrecha relación. Y eso que el padre es más bien rancio. Tienen una afición en común: el ajedrez. Hay largas conversaciones vespertinas, a modo de samar , ciertas desconfianzas; pero son, ante todo y sobre todo, dos seres humanos buscando la humanidad en el otro, en los otros. Con este planteamiento tan sencillo, Avelina Prat construye una película agradable, un poco lenta; pero que deja cierta sensación de paz en el alma. Y siempre nos gusta ver imágenes de la ciudad del Turia.  El planteamiento me llegó a lo hondo. Era inevitable pensar en nuestro amigo búlgaro D, al que también dejaron caer en Valencia hace muchos años y que salió adelante a base de esfuerzo y bonhomía. La directora basó la historia en hechos reales. Me pregunto si conoce a D. Aunque...

Vasil (1)

Al parecer, la palabra " samar " tiene muchos significados en árabe. Uno de ellos se refiere a la conversación tranquila, cuando ha llegado la noche. La conversación entre amigos que se cuentan historias cuando ya hay luna y cuando las prisas del día se han ido.  Saco a las perritas sobre las ocho de la tarde. A mitad del paseo, me siento con un vecino en la terraza del chino. Bromeamos sobre lo sucia que tiene el chino la terraza, la barra, los váteres y el bar entero. No hace tapas, cobra caro; pero al menos tiene la cerveza muy fría. La disfrutamos durante nuestro samar vespertino. El vecino opina que el chino no podrá mantener abierto el negocio mucho tiempo, mientras solo sea un chupadero. El vecino conoce bien el Puerto, lo ha visto cambiar a lo largo de su vida. A mí me da pena porque las tres hijas del chino son guapas y espabiladas. Y porque solamente a mí me pone cacao u olivas con la cerveza. Soy el único que da las gracias en mandarín. A menudo, más contertulios s...