Como hace mucho tiempo (demasiado!) que no voy al cine, me voy apañando con algún DVD. Y anoche, volví a ver una peli que me impresionó muchísimo en su momento, cuando fue estrenada. En inglés se tituló "Bob Roberts", a secas; pero aquí fue presentada como "Ciudadano Bob Roberts", como guiño innecesario al clásico de Welles. Digo innecesario porque el personaje de Bob Roberts supera en maldad y vacío al personaje basado en Hearst. Supongo que Tim Robbins pagó, escribió, dirigió y protagonizó "Bob Roberts"con la voluntad implícita de modernizar aquel clásico aunque creo que tuvo menos repercusión de la que merecía.
La peli cuenta en forma pseudo documental la campaña política de Roberts, un candidato al senado de los USA por el estado de Pennsylvania. Roberts es un político heterodoxo, al menos en lo externo: canta música folk y se presenta como paladín del pueblo al mismo tiempo que alardea de su fortuna. Lanza un mensaje político simplista y hueco, con abundantes referencias bíblicas y la palabra "Pride" como motto. El orgullo de los americanos blancos de clase media, a los que Roberts dice que sus impuestos sólo sirven para dar subsidios a los holgazanes y a los extranjeros. Si son pobres es porque lo merecen y alguien ha de proclamarlo, armado con una guitarra y música country.. Detrás de Roberts hay grandes empresas con oscuros intereses. Uno de los momentos más impresionantes de la peli es ver a los colaboradores del político negociando en japonés y en alemán con la bolsa de Tokyo y de Frankfurt, mientras el líder lanza sus mensajes nacionalistas y patrioteros acerca de la grandeza de América. Business are business y la globalización que iba a transformar totalmente el mundo estaba empezando.
Cuando mis dos amigos cinéfilos y yo la vimos en el cine, nos impresionó la capacidad del establishment para retratarse a sí mismo, aún a sabiendas de que nada iba a cambiar. Pero no fuimos capaces de ver que la peli (que se estrenó en 1993) estaba prediciendo lo que iba a ocurrir a lo largo de los siguientes años, con la toma del poder presidencial por Hulliburton, Arbusto y sus amigos. Es decir, visto de manera retrospectiva, Tim Robbins adivinó con esta fábula cómo la revolución neoliberal se iba a transformar directamente en el saqueo de las arcas públicas a cargo de una nueva derecha sin escrúpulos que usaban (y sigue usando) las supuestas amenazas exteriores como coartada y los miedos de la clase media como ariete. Fueron los Bush en los USA, y la zaplanización y la berlusconización en Europa. Y de aquellos polvos, estos lodos.
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