Mi primera quincena en la Costa Oeste ha sido placentera y enriquecedora. El oído lucha contra el idioma del que pretendo apoderarme y el corazón contra las nostalgias. Solo la tristeza por la grave enfermedad de un amigo y compañero ha oscurecido mis primeros días aquí.
El despacho que me han asignado y que comparto con otros turistas académicos es una hermosa biblioteca con una chimenea que ignoro si se encenderá en invierno. Hay una buena colección de libros sobre historia de la ciencia y de la tecnología. Quizá incluso más que en otro sitio que conozco: la rebotica aragonesa de Valencia. Comento el primer libro que llamó la atención en mi nuevo despacho.
Se trata de un librillo editado en 1990 por el "Comiato Nazionale per le Celebrazioni del V Centenario della scoperta dell'America". Una de las cosas que llama la atención de muchos españoles cuando pasean por los USA es que la inmensa comunidad ítalo-americana se considera a sí misma la heredera del hecho del "descubrimiento" de América. Así, por ejemplo, la Avenida Columbus de San Francisco es una avenida decorada por banderas italianas o el 12 de octubre es el "Columbus day" en USA. Este libro es uno de los muchos materiales generados para reforzar esa propiedad. Millones de italianos vinieron a los USA a través de la isla de Ellis o por otros caminos y tuvieron que generar mecanismos de inclusión en esta sociedad.
El autor defiende con un amplio aparato documental la tesis aceptada por la mayoría de los historiadores: el origen genovés del almirante, en el que centra exclusivamente el hecho del "descubrimiento" (Santángel o los Pinzón son nombrados una sola vez). Incluso en un momento dado, se permite excursiones patrioteras del tipo: "the genious who conceived and carried out this idea grew up and was born in Genoa. And his almost superhuman character -with his obsessive tenaciousness, its pertinacious stubbornness, and its unflagging certainty- was formed in Genoa." Es decir, el oficio de historiador puesto una vez más al servicio de los mitos nacionales. El razonamiento es cristalino: Colón era genovés, ergo italiano. Colón "descubrió" América, ergo los italianos descubrimos América. Por tanto, eso nos legitima como "verdaderos" norteamericanos.
Personalmente, me importa un bledo si la lengua materna de Colón era el castellano, el sefardí, el genovés o el catalán, pero me llama la atención como se construyen los mitos y las identidades. Para ilustrar la entrada, meto una imagen muy interesante que vi en una camiseta.
El despacho que me han asignado y que comparto con otros turistas académicos es una hermosa biblioteca con una chimenea que ignoro si se encenderá en invierno. Hay una buena colección de libros sobre historia de la ciencia y de la tecnología. Quizá incluso más que en otro sitio que conozco: la rebotica aragonesa de Valencia. Comento el primer libro que llamó la atención en mi nuevo despacho.
Se trata de un librillo editado en 1990 por el "Comiato Nazionale per le Celebrazioni del V Centenario della scoperta dell'America". Una de las cosas que llama la atención de muchos españoles cuando pasean por los USA es que la inmensa comunidad ítalo-americana se considera a sí misma la heredera del hecho del "descubrimiento" de América. Así, por ejemplo, la Avenida Columbus de San Francisco es una avenida decorada por banderas italianas o el 12 de octubre es el "Columbus day" en USA. Este libro es uno de los muchos materiales generados para reforzar esa propiedad. Millones de italianos vinieron a los USA a través de la isla de Ellis o por otros caminos y tuvieron que generar mecanismos de inclusión en esta sociedad.
El autor defiende con un amplio aparato documental la tesis aceptada por la mayoría de los historiadores: el origen genovés del almirante, en el que centra exclusivamente el hecho del "descubrimiento" (Santángel o los Pinzón son nombrados una sola vez). Incluso en un momento dado, se permite excursiones patrioteras del tipo: "the genious who conceived and carried out this idea grew up and was born in Genoa. And his almost superhuman character -with his obsessive tenaciousness, its pertinacious stubbornness, and its unflagging certainty- was formed in Genoa." Es decir, el oficio de historiador puesto una vez más al servicio de los mitos nacionales. El razonamiento es cristalino: Colón era genovés, ergo italiano. Colón "descubrió" América, ergo los italianos descubrimos América. Por tanto, eso nos legitima como "verdaderos" norteamericanos.
Personalmente, me importa un bledo si la lengua materna de Colón era el castellano, el sefardí, el genovés o el catalán, pero me llama la atención como se construyen los mitos y las identidades. Para ilustrar la entrada, meto una imagen muy interesante que vi en una camiseta.
Comentarios
Cambiando de hemisferio, ¿has leído "Las venas abiertas de América Latina"? seguro que sí.
J
Aunque de Galeano prefiero "Fútbol a sol y a sombra", un libro que humaniza, americaniza y uruguayiza el fútbol.
Eso sí, tú sigue publicando posts como este y vendrána visitar los efebeíses...
Ya sabía yo que no me fallarías con Galeano!!
Creo que era amigacho de Breccia y del desaparecido (en el sentido literal) Oesterheld...
La historia, o es un fin en sí misma, o no es historia. Llámala como te de la gana cuando se usa como un medio para conseguir algo.
Con un abrazo.
Desde la Rebotica Aragonesa de Valencia.